Domingo, 13 de noviembre de 2011 | Hoy
EL MUNDO › NUEVAS RESTRICCIONES AL FINANCIAMIENTO DE LA SOCIEDAD CIVIL
Limitarían las donaciones anuales a las ONG “políticas” y pondrían un impuesto del 45 por ciento a otras fundaciones.
Por Donald Macintyre *
Desde Jerusalén
Gran Bretaña se dirige a un potencial distanciamiento de Israel por los planes de una legislación draconiana destinados a frenar el financiamiento extranjero a organizaciones de derechos humanos y sociedades civiles que a veces critican la política del gobierno. Los ministros israelíes deben discutir dos de esos proyectos de ley mañana. Uno de los dos, apoyado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, limitaría las donaciones anuales a las ONG “políticas” hechas por gobiernos extranjeros a 5250 dólares. Los proyectos de ley les apuntan a las organizaciones de derechos humanos israelíes trabajando en los territorios ocupados.
Matthew Gould, el embajador británico en Tel Aviv, ya dio el inusual paso de advertir a Afir Akunis, el arquitecto del proyecto y miembro del Knesset en el partido gobernante Likud de Netanyahu. Se entiende que Gould le enfatizó a Akunis que Gran Bretaña tiene “preocupaciones verdaderas” sobre el proyecto de ley, señalando que apoya el trabajo de derechos humanos en muchos países y que su objetivo es apoyar los valores universales. También dejó en claro que su apoyo a tales ONG no estaba dirigido a oponerse al gobierno israelí.
Un segundo proyecto de ley promocionado por Yisrael Beiteinu, el partido ultranacionalista encabezado por el canciller israelí, Avigdor Lieberman, impondría un impuesto del 45 por ciento a donaciones de gobiernos extranjeros a organizaciones que no reciben financiación estatal israelí. Netanyahu tiene que decir todavía si apoya la ley.
Los brazos de Rabinos para los Derechos Humanos (RDH) israelitas y estadounidenses, una organización judía de amplio margen que, entre otras cosas, trabaja junto a palestinos bajo amenazas de ataques de los colonos, protestaron diciendo que la planeada legislación representa una “grave amenaza para la democracia”.
El presidente de la junta RDH en Israel, Barry Leff, dijo que las leyes eran “parte de un intento calculado de silenciar las voces de los disidentes”. Y la rabina Rachel Goldenberg, de la junta de Estados Unidos de la organización, dijo: “La lectura de la Torá de esta semana habla de la historia de Abraham discutiendo con Dios sobre la planeada destrucción de Sodoma. Desde el primer judío, sabemos que la defensa y el debate son componentes centrales de una sociedad justa”. Como muchos otros países europeos, el Reino Unido dona a una amplia gama de organizaciones que incluyen a aquellos que son probables blancos de las medidas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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