Rusia y China vetaron ayer en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) una resolución que buscaba una salida a la crisis de Siria mediante el apoyo al plan de transición de la Liga Arabe y que condenaba la violencia del régimen de Damasco contra la población civil. El máximo órgano de decisiones de la ONU, que en febrero preside Togo, se mostró así incapaz de hablar con una voz única sobre la crisis siria, después de once meses de violenta represión del régimen sirio hacia opositores y manifestantes. La decisión de las potencias asiáticas fue criticada por la Liga Arabe, Estados Unidos, la Unión Europea y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. quienes emitieron sendos comunicados manifestando su decepción.

La resolución, presentada inicialmente por Marruecos, era respaldada por Arabia Saudita, Libia, Bahrein, Qatar, Emiratos Arabes Unidos, Jordania, Kuwait, Omán y Turquía, así como por los miembros permanentes del Consejo, Francia, Reino Unido y Estados Unidos y los miembros temporales Alemania, Colombia, Portugal y Togo, entre otros. “Estados Unidos está asqueado”, afirmó la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice. “Este Consejo ha sido rehén de dos miembros... esa intransigencia es más vergonzosa si cabe cuando uno de los miembros de este órgano proporciona armas a ese país”, dijo, en referencia a Rusia.