El gobierno de Paraguay anunció ayer que el vicepresidente, Oscar Sánchez, será el encargado de coordinar los proyectos que apunten a solucionar los conflictos por la tenencia de la tierra. Será por decreto y busca resolver una cuestión social central dada la alta concentración de propiedades.

El designado mandatario –que asumió tras el golpe legislativo contra el ex presidente Fernando Lugo que ocurrió tras el violento desalojo de una hacienda ocupada por campesinos, con un saldo de 17 muertos– Federico Franco concretará por decreto la designación de Sánchez, quien encabezará un grupo de funcionarios que estará dedicado al tema tierras. Además, el mandatario le pidió al titular del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Luis Ortigoza, que analice en particular la situación de la tierra en las propiedades de Antebi Cue (Concepción y Amambay), de Ulises Rodríguez Teixeira (San Pedro) y en Ñacunday (Alto Paraná). Ante la situación de los campesinos sin tierras agrupados en la Liga Nacional de Carperos, que exigen la entrega de tierras en los próximos siete días, Franco manifestó que dialogará con todos los sectores, sin ninguna presión. El cuestionado mandatario se declaró consciente de la existencia de paraguayos que carecen de tierras y de alimentos para comer, pero insistió en que el diálogo será dentro de la ley.

“El gobierno ya anunció mano dura contra las demandas de los campesinos y trabajadores para seguir violando sus derechos humanos y liquidar sus conquistas”, reseñó mediante una declaración la Confederación de la Clase Trabajadora (CCT) de Paraguay. La central obrera llamó ayer a la población y especialmente a los sindicatos a movilizarse contra el gobierno de Franco, al que consideró producto de un golpe parlamentario. La organización advirtió que se removió a un presidente llegado a su cargo por decisión popular alterando la voluntad de quien, en una democracia, tiene la soberanía nacional y único autorizado para juzgarlo. De esta forma, Franco debió enfrentar ayer el rechazo de manifestantes que, con gritos y consignas, cuestionaron su presencia en una exposición industrial inaugurada en Asunción. La policía intervino para desalojar a los movilizados, que trataron de cerrar la vía de acceso al lugar por donde pasaba en esos momentos la caravana que lo trasladaba.