[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

El líder del partido ultraderechista griego Amanecer Dorado, Nikolaos Mijaloliakos (foto), otros cinco diputados y 24 miembros más fueron detenidos bajo la acusación de pertenecer a una asociación criminal. Es la primera vez desde la restauración de la democracia en Grecia, en 1974, que un jefe de partido es detenido. A los miembros de esta agrupación neonazi se los acusa de homicidio, lesiones corporales, extorsión, de cometer ataques con explosivos y lavado de dinero, según fuentes de la Fiscalía general del Tribunal Supremo (Aropag). Al mismo tiempo, siguen su curso las investigaciones abiertas en la policía y el ejército para dilucidar las presuntas vinculaciones entre las fuerzas de seguridad y la fuerza neonazi, unas pesquisas que ya provocaron el relevo, la suspensión o la dimisión de una veintena de altos cargos policiales.

Las detenciones se iniciaron a primera hora de la mañana del sábado, cuando agentes de la unidad antiterrorista de la policía entraron en el hogar de Mijaloliakos que no ofreció resistencia al ser arrestado. En la vivienda se hallaron un revólver, una pistola y una escopeta que carecían de licencia y 43.100 euros en efectivo. Dos de los diputados se entregaron personalmente, por su parte, en la dirección general de policía, adonde fueron transferidos los detenidos, mientras que el número dos de la organización, el diputado Jristos Pappás, aún permanece prófugo.

Para los investigadores, también existen pruebas de que miembros del partido habrían cobrado “cuotas de protección” a numerosos dueños de negocios e inmigrantes. Las acusaciones se basan en declaraciones de inmigrantes, víctimas de lesiones y antiguos y miembros activos del partido. “Los acusados tendrán un proceso justo”, dijo el ministro de Justicia, Charalambos Athanasiou, tras un encuentro con el primer ministro, Antonis Samaras.

“El Estado de derecho exige legitimidad a todo el mundo. En Grecia no hay lugar para las organizaciones criminales, aunque sea bajo la apariencia de partido político”, afirmó el ministro de Orden Público, Nikos Dendias, subrayando que no se permitirá a ningún grupo socavar las instituciones del Estado para incitar al odio racial, desafiar los derechos humanos y perturbar la paz social. Dendias, que anteriormente había sido criticado por su pasividad ante el fenómeno neonazi, calificó el día de ayer como histórico para Grecia y Europa, porque demuestra a todos que la ley no está desnuda ni desvalida ante la amenaza de la violencia irracional.

Los ultraderechistas se vieron impulsados por la crisis financiera y política en el país, lo que hizo que en las últimas elecciones de junio de 2012 registraran el siete por ciento de los votos, con 18 diputados en el Parlamento de Atenas, de 300 escaños. Las últimas encuestas les atribuyen, ahora, el 13 por ciento, con lo que se convertirían en la tercera fuerza política de Grecia.