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Una jueza colombiana ordenó la libertad del hacker Andrés Sepúlveda, que integró el equipo de colaboradores del candidato uribista Oscar Iván Zuluaga, acusado de intentar sabotear las conversaciones de paz, a seis días de la segunda vuelta electoral que lo enfrentará con Juan Manuel Santos, quien recibió el apoyo de centrales obreras. La jueza 10 en lo penal, Teresita Barrera Madero, señaló que hubo irregularidades en la imputación de cargos a Sepúlveda, realizada ante otro magistrado el 7 de mayo, dos días después de su detención, y afirmó que la fiscalía no presentó evidencias sobre los delitos que se le imputan.

La semana pasada la fiscalía capturó al ecuatoriano Daniel Agustín Bajaña Barragán, el hacker que aceptó trabajar para Andrés Sepúlveda y que reconoció que interceptó el correo del ex vicepresidente Francisco Santos. En el proceso contra Sepúlveda, el ente investigador también cuenta con la versión entregada por el español Rafael Revert, hoy testigo protegido de la fiscalía y que grabó una conversación de Zuluaga con Sepúlveda, en la que muestra al candidato uribista al tanto del espionaje realizado por este último. En su momento, la fiscalía señaló que desde la oficina de Sepúlveda se interceptaron los correos electrónicos del jefe de prensa de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en La Habana, de dos periodistas cubanos que cubren el proceso de paz y una cuenta electrónica del presidente Santos.

Por otra parte, 140 organizaciones sindicales adhirieron a la campaña de Santos, que busca la reelección, bajo la premisa de que “con la paz haremos más en lo social y lo laboral”. Para ratificar este apoyo un numeroso grupo de dirigentes de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), la Confederación General del Trabajo (CGT) y sindicatos independientes sostuvieron una reunión con el mandatario-candidato en Bogotá. “Consideramos que los acuerdos a los que se han llegado en La Habana son importantes y creemos que por la paz este proceso hay que continuarlo”, puntualizó el fiscal del Comité Ejecutivo de la CGT, Sérvulo Bautista. Durante un multitudinario acto el presidente manifestó estar “muy emocionado” y calificó el apoyo de los trabajadores como “decisivo”, una “inyección de entusiasmo, de determinación que nos refuerza”. Santos criticó a su antecesor, Alvaro Uribe (2002-2010), al denunciar que “hace cuatro años había un gobierno que despreciaba los derechos de los trabajadores, al que le parecía que los sindicatos no deberían existir”.

Por su parte, Zuluaga dijo que si el jefe de las FARC, alias Timochenko, se encontrase en Venezuela, como especularon algunos medios de prensa, las autoridades de ese país estarían en la obligación “de defender su soberanía”. En declaraciones a la emisora Blu Radio, agregó que “lo duro es que Colombia tenga que librar una batalla en solitario para defender la democracia y que otros países con la presencia de terroristas no hagan nada”, en alusión clara a Venezuela. El jefe político de Zuluaga, el ex presidente Uribe, rompió relaciones diplomáticas con Venezuela, las que fueron restablecidas el mismo día de la asunción de Santos en agosto de 2010, con la mediación del ex mandatario argentino Néstor Kirchner.