Movimientos sociales y sindicatos de Brasil marcharon por varias ciudades de ese país en defensa del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y contra el jefe de Diputados, Eduardo Cunha. Respecto del presidente de la Cámara baja, quien está acusado de corrupción, la Procuraduría General de la República (fiscalía) pidió ayer a la Corte Suprema que lo despoje de su mandato, con el objetivo de que no pueda, supuestamente, continuar utilizando el cargo para dificultar las investigaciones en su contra.

Las manifestaciones contra el juicio político a la presidenta, que los movimientos califican como un intento de golpe de estado, se dieron en 23 ciudades de Brasil, tres días después de las convocadas por los grupos que demandan la destitución de la mandataria, que congregaron a cerca de 80.000 personas.

En el centro de Río de Janeiro, cerca de 10.000 personas se reunieron en la plaza Cinelandia para apoyar a la jefa de Estado brasileña, informó el periódico O Globo. Los manifestantes cantaron “Pra não dizer que não falei das flores” (“Para no decir que no hablé de las flores”), de Geraldo Vandré, el himno de resistencia durante la dictadura militar y alzaron carteles en los cuales se leía “No voy a dejar que te golpeen”. El presidente de la Central Unica de Trabajadores (CUT), Marcelo Rodrigues, opinó que la presencia de los movimientos sociales demuestra que las movilizaciones son a favor de la democracia. “Lo que la Cámara está haciendo es rasgar la Constitución. Los que perdieron en las elecciones están queriendo ganar a través de su influencia”, opinó.

En San Pablo, en tanto, la protesta contra el impeachment estuvo conformada en su mayoría por militantes del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), la CUT y de la Unión Nacional de Estudiantes (UNE). Con el lema “No va a haber golpe”, los manifestantes ocuparon los dos sentidos de la Avenida Paulista. También se sumaron organizaciones que son críticas líder de la Cámara de Diputados. Ediel Britos, un cocinero de 49 años que llevaba una bandera con los colores del movimiento LGBT de San Pablo, explicó que decidió acercarse para manifestar su apoyo a la presidenta y para pedir la salida de Cunha. Su postura autoritaria es una amenaza para nuestro movimiento”, señaló. Los presentes celebraron con entusiasmo cuando uno de los autos con altoparlantes anunció que el procurador general de la República, Rodrigo Janot, pidió la salida de Cunha.

La Secretaría de Seguridad de San Pablo informó que 3000 personas participaron del acto en la Avenida Paulista. Cuando los manifestantes se enteraron de la cifra, la rechazaron inmediatamente y afirmaron que solamente en esa ciudad se congregaron cerca de 70.000 personas.

Por otro lado, en Brasilia, cerca de 5.000 personas se reunieron frente al estadio Mané Garrincha para expresar su apoyo a Rousseff. El diputado Carlos Zarattini (PT-San Pablo) afirmó que el vicepresidente Michel Temer (Partido del Movimiento Democrático Brasileño) quiere asumir el lugar de Dilma y señaló que el programa elaborado por su partido –Puente para el Futuro– tendrá efectos negativos para los brasileños. “La manifestación de hoy (ayer) es contraria a la de la derecha, que fue un fracaso. Aquella fue un acto de las élites, que no movilizaron al pueblo”, dijo. “El pueblo está percibiendo que sacar a Dilma y poner a un hombre que dice que es ‘el puente para el futuro’ sólo nos regresará al pasado.”

Cuhna es dirigente del oficialista PMDB, que integra la base aliada del oficialismo, pero que este año se declaró opositor al gobierno de Rousseff. El líder es investigado tanto por la Justicia como por el Congreso por supuestos vínculos con la red de corrupción que operó en la petrolera estatal Petrobras.

Para Janot, Cunha utiliza el cargo por intereses propios y fines ilícitos. Al respecto, la PGR señaló once hechos que comprueban que el presidente de la Cámara Baja usa el cargo para perseguir e intimidar a parlamentarios, procesados que colaboran con la justicia y abogados. La fiscalía dice haber reunido pruebas de que Cunha recibió 52 millones en sobornos en Suiza e Israel de la constructora Carioca Engenharia.

Para Janot, las acusaciones de corrupción, posesión de cuentas no declaradas en el extranjero y lavado de dinero son causas para la pérdida del mandato del diputado. Según el fiscal, la salida de Cunha del Congreso no es necesaria para garantizar el orden público, investigación criminal y las que lleva adelante el Consejo de Etica de la Cámara. “Los hechos retratados en la petición son anormales y graves, y exigen tratamiento riguroso conforme al ordenamiento jurídico”, sentenció el procurador.

Mientras tanto, el STF decidía si se continuaba o no el proceso que el martes pasado se inició con la conformación de una comisión especial que juzgaría a la mandataria. Tras la presentación del voto del instructor, la corte suspendió la sesión y acordó reanudarla hoy, cuando expresarán su parecer los otros diez miembros de la Corte.

La Cámara de Diputados decidió el martes pasado analizar el pedido de instauración de un juicio con fines de destitución por el supuesto maquillaje de las cuentas fiscales presentadas por el gobierno, pero fue suspendido temporalmente por el Supremo después de que el oficialismo solicitó esclarecer algunos detalles sobre el trámite.

Por otro lado, el ministro de Comunicación Social, Edinho Silva, descartó ayer cualquier hipótesis sobre una renuncia de la presidenta. “Esa hipótesis no existe porque sería una falta de respeto a la carta democrática brasileña”, declaró. Sobre el proceso de eventual juicio político que se tramita en el Congreso. Silva señaló que ese asunto no tiene respaldo desde el punto de vista jurídico. “Un desequilibrio en la gestión financiera no puede caracterizar un crimen.”