Domingo, 10 de julio de 2016 | Hoy
EL MUNDO › UN ARREPENTIDO DENUNCIó A UN GRUPO DE TRAFICANTES EGIPCIOS EN ITALIA
Según el arrepentido, los que no pueden pagar al llegar a las costas italianas ni hacerse mandar el dinero por sus familias son vendidos a un grupo de traficantes egipcios que los matan para sacarles los órganos que luego venden a altísimos precios.
Por Elena Llorente
Página/12 En Italia
Desde Roma
No sólo tienen que pagar miles de dólares, trabajar como esclavos o prostituirse para concretar su sueño de escapar de la miseria y llegar al “paraíso-Europa”, sino que muchos mueren por el camino, principalmente en el Sahara o en el Mediterráneo (3.000 en los primeros seis meses de 2016 según la Organización Internacional para las Migraciones). Y de acuerdo a las declaraciones de un traficante de seres humanos arrepentido que colabora con la justicia italiana, los que a último momento no pueden pagar lo que se les pide para llegar a las costas italianas ni hacerse mandar el dinero por sus familias, son vendidos a un grupo de traficantes egipcios que los matan para sacarles los órganos que luego venden a altísimos precios. “A veces los migrantes no tienen dinero suficiente para pagarse el viaje realizado por tierra ni a quién dirigirse para pagar el viaje por mar. Entonces estas personas son entregadas a los egipcios que los matan y le sacan los órganos para venderlos en Egipto”, dijo el traficante. Agregó que los egipcios están preparados para hacer este tipo de operaciones ya que los órganos son transportados en bolsas térmicas a distintos lugares.
No es la primera vez que se habla de este super criminal negocio pero es la primera vez que lo cuenta un traficante. El arrepentido, Nuredin Atta Wehabrebi, 32 años, de origen eritreo y que colabora hace más de un año con la justicia italiana en Sicilia, explicó además a los investigadores, dijeron fuentes judiciales, cómo la banda organizaba la permanencia de los migrantes una vez llegados a territorio italiano y cómo hacían para trasladarlos al norte de Italia y al resto de Europa. Dijo además que el centro financiero de la banda estaba en Roma. Las fuerzas investigativas pudieron así descubrir un negocio en Roma, administrado por un migrante, donde encontraron 500.000 euros en efectivo y otros tantos miles de dólares además de una agenda con números de teléfono y contabilidad de los criminales. Paralelamente, el mismo día que el traficante hacía estas confesiones, fueron detenidos en toda Italia unos 38 presuntos componentes de una banda dedicada al tráfico de migrantes.
Respecto a los traficantes egipcios, un estudio publicado en 2013 por una periodista eritrea que vive en Suecia y activista de los derechos humanos, Meron Estefanos, unido a otros informes de expertos de una universidad de Holanda, describieron lo que significa el Sinaí, una península del territorio egipcio al oeste del canal de Suez, donde unas 30.000 personas fueron llevadas allí como rehenes entre 2007 y 2013. Sobre todo eritreos, somalíes y sudaneses. En el Sinaí les roban todo lo que tienen, son torturados, violados y asesinados para ser usados como “respuestos”. Algunos hablan hasta de especie de clínicas medio improvisadas que existen en el desierto del Sinaí. La organización no gubernamental Every One (Grupo para la Cooperación Internacional en la Cultura de los Derechos Humanos) denunció en 2011 el calvario de 250 prófugos africanos en el Sinaí. Cuatro de ellos fueron llevados a la fuerza a una clínica clandestina donde les sacaron los riñones.
Pero no se trata solamente del Sinaí. En Siria, dada la cantidad de refugiados que escapan de la guerra, fuentes oficiales estiman que han dejado el país unos 4 millones de prófugos, 18.000 de los cuales ante la imposibilidad de pagarse el viaje, han vendido sus propios órganos logrando así entre 1.000 y 7.000 dólares por cada uno. Las ganancias de los traficantes de órganos son alucinantes dado que hay miles de personas esperando un trasplante y que están dispuestos a pagar hasta 100/200 mil dólares por un órgano.
Según la “Iniciativa Global de Naciones Unidas para combatir el tráfico de seres humanos” perteneciente a Unodoc (Oficina sobre Dogas y Crimen de Naciones Unidas), el tráfico de órganos en general ocurre en tres condiciones: a veces los traficantes obligan a una persona a dar uno de sus órganos. Otras veces las victimas acuerdan vender uno de sus órganos, pero son estafados porque los traficantes no les pagan o les pagan menos de lo prometido. El tercer caso son personas más vulnerables que son estafadas por hambre, y sus órganos son extraídos, lo sepan o no lo sepan las víctimas. Los más vulnerables son los migrantes, las personas sin fija demora, las personas sin educación o analfabetos. Estos tráficos se hacen con personas de todas las edades, aclaró la organización de Naciones Unidas. Pero las tres posibilidades incluidas en esta iniciativa, no contempla la posibilidad de que las personas sean asesinadas con el sólo objetivo de sacarles los órganos. El tráfico de órganos es una organización criminal, concluyó el informe, que incluye los personajes que identifican a las personas vulnerables, los transportistas, el equipo de médicos que hacen las extracciones, las clínicas, los mediadores, los compradores y los bancos donde los órganos son depositados a la espera de un comprador. Todas actividades ilegales y condenables según Unodoc, que brega por la transparencia en materia de trasplantes de órganos y por el respeto de las normas profesionales, éticas y legales que regulan la donación y el trasplante en cada país.
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