El conflicto entre Washington y Caracas no cesa de escalar. Con el argumento de impedir una posible desestabilización regional, el gobierno de Estados Unidos informó el jueves al Ejecutivo español y a la empresa EADS-CASA que ha decidido denegar la solicitud cursada para la venta a Venezuela de 12 aviones de fabricación española que incluyen tecnología estadounidense. Estados Unidos alega que, “a pesar de haber sido elegido democráticamente”, el gobierno de Hugo Chávez ha socavado “sistemáticamente” las instituciones democráticas, y que las “acciones y frecuentes declaraciones” del Ejecutivo venezolano contribuyen a la “inestabilidad en la región”. Sin embargo, España dijo que dará curso igualmente a la venta, reemplazando la tecnología estadounidense por tecnología de otro origen, mientras el presidente venezolano Hugo Chávez calificó la medida de “atropello imperialista”.

La Embajada de Estados Unidos en Madrid informó que el embajador, Eduardo Aguirre, se reunió el jueves con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, para informarle de la decisión del gobierno de George W. Bush de denegar la autorización para vender los aviones a Venezuela. Luego fueron informados el titular de Defensa, José Bono –quien asistió a la firma del mayor contrato de la industria militar española en Caracas el pasado 28 de noviembre–, y la empresa afectada, EADS-CASA. La venta de los patrulleros (cuatro de vigilancia costera y cuatro oceánica) no supone ningún problema, ya que carecen de tecnología estadounidense. Sin embargo, la filial española del consorcio aeronáutico europeo necesita la licencia de Estados Unidos para exportar los aviones (10 de transporte C295 y dos de patrulla marítima CN-235), ya que incluyen componentes procedentes de ese país.

El gobierno norteamericano arguye para denegar la autorización, tras analizar “cuidadosamente” la solicitud, que “a pesar de haber sido elegido democráticamente, el gobierno de Chávez sistemáticamente ha socavado las instituciones democráticas, presionando y acosando a los medios de comunicación y a la oposición política, y progresivamente incrementa su modelo de autocracia y oposición a la democracia”, según afirmó un portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Madrid. Añade que las acciones y declaraciones del Ejecutivo venezolano “contribuyen a una inestabilidad regional”, y entiende que “la propuesta de venta de plataformas aéreas tiene el potencial de complicar la situación”. Sin embargo, España informó que venderá de todas formas los aviones militares a Venezuela, ya que “hay suscriptos unos contratos que se deben cumplir”, declaró ayer la vicepresidenta del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega. Para cumplirlos se recurrirá a tecnología de otros países, probablemente europeos, a pesar de que esto tendrá un costo económico mayor.

Por otra parte, el presidente venezolano Hugo Chávez calificó de “atropello imperialista” la decisión de Estados Unidos de bloquear la venta de los aviones. “¿Qué es esto si no una muestra del atropello imperialista del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo y el gobierno venezolano?”, dijo el mandatario. Chávez recalcó que los aviones en proceso de construcción no son armas ofensivas. “No son para bombardear ni para invadir países, sino para ayudar a los más necesitados en apartadas regiones del país, para llevar medicinas, para traer enfermos, para enfrentar tragedias, para ayudar a países hermanos”, señaló. El presidente venezolano desestimó además los argumentos de Washington para oponerse a la negociación, y dijo que si se hace imposible adquirir los equipos en España, “no hay problema, porque en Moscú hay buenos aviones, en Pekín también, y hasta Fidel (Castro, presidente de Cuba) parece que está construyendo unos aviones”.