Lunes, 20 de marzo de 2006 | Hoy
Hay que llenar de ductos el “mapa vacío” que Bolivia constituye para sus reservas energéticas en el mercado interno. Y hay maniobras para sacarlas del gasoducto del sur, según denuncia Andrés Soliz Rada, ministro de Hidrocarburos, en este reportaje exclusivo de Página/12.
Por Pablo Stefanoni
Desde La Paz
Andrés Soliz Rada (1939) es abogado, periodista y una de las figuras más destacadas del nacionalismo boliviano. Vivió en Buenos Aires en los años ’70, donde trabajó en La Opinión, de Jacobo Timerman. Se vinculó con la izquierda nacional y fue amigo de Jorge Abelardo Ramos. En los ’90 se desempeñó como diputado y senador del Partido Conciencia de Patria. Confía en que, con la nacionalización de los hidrocarburos, “el mapa vacío se transformará en un país lleno de gasoductos”. En esta entrevista –realizada un día antes de la detención y liberación de los ejecutivos de Repsol–, el funcionario repasa algunas de las líneas maestras del nuevo gobierno en el tema hidrocarburífero.
–¿En qué consiste el proyecto hidrocarburífero presentado hace pocos días por el gobierno?
–En materia de oleoductos, gasoductos y poliductos, Bolivia es un mapa vacío. Tenemos un gasoducto de 34 pulgadas a San Pablo (Brasil), con capacidad de exportar 30 millones de metros cúbicos diarios. Otro de ocho pulgadas, también a Brasil, vía Cuiabá. Un tercero, en nuestra frontera sur, a la Argentina, a la que vendemos 7,7 millones de pies cúbicos. Existen proyectos para vender a Brasil 45 y hasta 60 millones de pies cúbicos y subir a 30 millones a la Argentina, con la construcción de nuevos ductos. En cambio, al interior de Bolivia tenemos un solo gasoducto de seis pulgadas (más pequeño que el que pasa por la mina de Sánchez de Lozada), construido hace 30 años, entregado hace 10 años a Transredes (Enron-Shell), y que es insuficiente para atender las necesidades de las ciudades de La Paz, Oruro y El Alto. La estrategia energética del gobierno reside en priorizar los gasoductos al interior de Bolivia. Se trata, además, de cambiar nuestra matriz energética a gas natural, el que debe reemplazar al diesel, la gasolina y el GLP. El mapa vacío se transformará en un país lleno de gasoductos.
–Una de las principales propuestas electorales del MAS fue la nacionalización de los hidrocarburos. ¿Para cuándo se piensa anunciar medidas?
–La fecha de la nacionalización será anunciada por el presidente Evo Morales Ayma en el curso de las próximas semanas.
–¿En qué consistirá?
–La nacionalización consistirá básicamente en la recuperación de la propiedad de la totalidad de los hidrocarburos tanto en el suelo como en el subsuelo, la participación mayoritaria del Estado en toda la cadena productiva de los hidrocarburos y en el manejo total de su comercialización lo que implica el derecho a fijar precios internos y externos, volúmenes de venta y destino. Estos aspectos están prescritos, en gran medida, en la nueva Ley de Hidrocarburos, de 17 de mayo de 2005. De lo que se trata ahora es de llevar a la práctica lo que ya se ha conquistado en el texto de la ley.
–¿Qué pasó con las reservas anotadas por Repsol como propias en la Bolsa de Nueva York? ¿La revisión a la baja de las reservas internacionales de la empresa española tuvo que ver con sus denuncias?
–La denuncia que se hizo desde Bolivia contribuyó a que Repsol transparentara la anotación del valor de sus reservas en la Bolsa de Nueva York, las que disminuyeron en alrededor del 25 por ciento. Bolivia adoptará las medidas necesarias para que nunca más se utilicen sus reservas como instrumento de operaciones bursátiles de las petroleras. Seestá estudiando si al país le conviene o no anotar el valor de sus reservas en las bolsas de valores de los centros de poder mundial.
–El gobierno parece tener una mejor relación con Petrobras. ¿Hasta qué punto esta empresa brasileña es diferente a otras petroleras?
–Petrobras es una empresa estatal que tiene, sin embargo, más del 60 por ciento de su paquete accionario en manos de compañías privadas europeas y norteamericanas. A pesar de lo anterior, debido a la existencia de accionistas privados, sin derecho a voto, se mantiene el control estatal de la empresa. El enorme peso específico de Brasil en la región, el hecho de comprar a Bolivia el 50 por ciento del gas que necesita actualmente y sus proyecciones de crecimiento, lo cual le requerirá incrementar sus compras, muestran la importancia de Petrobras en Bolivia. Estas características, además de su presencia en megacampos como San Alberto y San Antonio, hacen de la estatal brasileña una empresa de características especiales, que deben tomarse en cuenta en las negociaciones que deberán culminar después de la nacionalización.
–¿Bolivia ha quedado excluida del gasoducto del Sur? Muchos piensan que eso formaría parte de una estrategia para presionar a Bolivia en relación con las condiciones de venta de gas a los países vecinos.
–Se ha pretendido, de manera permanente, presionar a Bolivia para que se despoje de sus reservas de gas natural. Recordemos el proyecto Pacific LNG, del año 2001, impulsado por los ex presidentes Jorge Quiroga y Gonzalo Sánchez de Lozada. Luego el gobierno de Chile “inventó” el “anillo energético”, por el cual Bolivia debía vender su gas, a precios injustos, a la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. En las últimas semanas, se dijo, desde Brasil, que este país recibiría gas de Venezuela al precio subvencionado de un dólar el millar de pies cúbicos. El propio gobierno de Caracas se encargó de aclarar que ese proyecto, sin la participación de Bolivia, es totalmente inviable.
–¿Cuándo comenzarán a renegociarse los precios de venta de gas a la Argentina?
–En días pasados ha llegado al país una delegación oficial argentina proponiendo importantes proyectos binacionales, con participación de Enarsa y la boliviana YPFB, los que están siendo evaluados por nosotros. En este marco se analizarán también los nuevos precios de venta de gas a la Argentina.
–Alguna vez usted se refirió a Néstor Kirchner como “representante de la Repsol”.
–La frase citada fue escrita en una de mis columnas periodísticas, en momentos en que el gobierno argentino presionaba a Bolivia para incrementar las ventas de gas a precio “solidario”. Hoy, como ministro de Hidrocarburos, observo que el presidente Kirchner trata de disminuir los espacios que las petroleras ganaron en la Argentina, lo que abre perspectivas a tareas de coordinación entre Enarsa e YPFB.
–¿Cómo se está encarando la refundación de YPFB y qué papel cumpliría en el mercado hidrocarburífero?
–YPFB, como brazo ejecutor de la política de hidrocarburos del país, tendrá un papel protagónico en toda la cadena productiva del sector. Por fin tendremos una empresa estatal capaz de articularse con las otras empresas de América latina, a fin de defender mejor los intereses de nuestros países y detener las políticas de succión que Bolivia ha sufrido en las últimas décadas.
–¿Se va a mantener la estrategia con Chile de “no gas sin mar”? ¿Piensa que cambiará algo con el nuevo gobierno de Michelle Bachelet?
–Es importante advertir la creciente toma de conciencia del pueblo chileno sobre la justeza de la demanda marítima boliviana. Espero que la sensibilidad de Michelle Bachelet contribuya a que Bolivia deje de ser unpaís injustamente enclaustrado, desde la invasión y el despojo que sufrió en 1879.
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