Más de 15.000 personas invadieron ayer Windsor, al oeste de Londres, para desear “feliz cumpleaños” a la reina Isabel II (foto), que caminó por las calles del pueblo vestida con un atuendo rosa encendido y recibiendo a su paso flores, regalos y felicitaciones por su 80º aniversario. La octogenaria reina resplandecía bajo un sombrero también color fucsia, adornado con plumas, seguida por su marido Felipe, duque de Edimburgo, de 84 años, que caminaba, como siempre, varios pasos detrás de la soberana. Carlos, el heredero al trono, rindió a su vez un emotivo homenaje a su madre, saludando sus “cualidades maravillosas” y su “notable constancia y fuerza moral” en un “mundo de cambios a veces desconcertantes”.