El primer ministro italiano Silvio Berlusconi aún tiene cosas para decir. Il Cavaliere reconoció indirectamente la derrota de su coalición de centroderecha en las elecciones y le vaticinó un mandato corto y sin éxito al futuro jefe del gobierno, Romano Prodi, afirmando que la centroizquierda será sólo “un paréntesis”. “No he llamado y jamás llamaré a Prodi para felicitarlo”, dijo el todavía primer ministro. Il Professore Prodi sí recibió el llamado del presidente estadounidense George W. Bush, quien expresó sus deseos de trabajar juntos en algunas preocupaciones compartidas. El líder de la Unión, que ya comenzó a enfrentar los apetitos de sus aliados en el reparto de cargos, superó ayer su primera gran prueba: la asignación de la presidencia de la Cámara de Diputados, que quedó finalmente en manos de Fausto Bertinotti, de Refundación Comunista (PRC), luego de que el líder de los Democráticos de Izquierda (DS, ex comunistas), Massimo D’Alema, renunciara a la lucha por ese puesto para evitar una fractura de la coalición.

Berlusconi no se rinde. Ayer atacó con todo a la coalición de centroizquierda al predecir que ésta será incapaz de dirigir Italia y que será “un paréntesis”. “No creo que esos señores podrán gobernar de veras”, dijo Berlusconi en Trieste (nordeste). “La experiencia de la izquierda en el poder será sólo un paréntesis y utilizaremos todas las reglas parlamentarias para neutralizarla y no permitirle que masacre todas las reformas que hicimos”, añadió. “Este gobierno nace muerto”, sentenció además a sus colaboradores más cercanos, que anuncian que el gobierno de La Unión comenzará a hundirse en julio y caerá en octubre.

Prodi tiene un largo camino por delante, ya que deberá hacer frente a una oposición sin cuartel liderada por un Berlusconi dispuesto a dar pelea permanente y a dejar “sin respiro” a sus adversarios. “No he llamado y jamás llamaré a Prodi por teléfono porque en ese caso deberé desearle que gobierne felizmente, pero eso sería contrario a los intereses del país”, recalcó un airado primer ministro –que días atrás había dicho que si se confirmaba que no habían existido irregularidades, sería el primero en telefonear a su rival–, reconociendo implícitamente su derrota electoral. Prodi, por su parte, deploró la actitud de su oponente declarando que si éste “llama por teléfono está bien; si no lo hace, seguimos adelante. Pero es una lástima. Esas costumbres refuerzan un sistema democrático. No son indispensables, pero prueban que la persona tiene clase”. En cambio, el futuro primer ministro sí recibió el llamado de felicitación de Bush –para quien Berlusconi constituía un importante aliado–. En este sentido, la Casa Blanca informó que Bush también llamó al primer ministro saliente, para agradecerle su “sólido liderazgo y amistad”, además de acordar mantenerse en contacto.

El día de ayer fue clave para La Unión, ya que Prodi logró sortear el primer gran obstáculo y calmar así los ánimos al interior de su coalición. Durante toda la jornada, el líder de la centroizquierda había mantenido múltiples contactos con sus aliados para tratar de resolver el problema de la designación del presidente de la Cámara de Diputados, hasta que un comunicado cayó del cielo para solucionarlo. “Informé a Prodi (...) de mi decisión de renunciar a la candidatura para presidir la Cámara”, afirmó en un comunicado de Massimo D’Alema, de los DS. El puesto clave de presidente de la Cámara de Diputados –que representa la tercera carga del Estado después de la presidencia de la República y la presidencia del Senado– se lo disputaba con otro peso pesado de la coalición: el líder de PRC, Fausto Bertinotti. “Pareció evidente que una disputa entrañaría rupturas dolorosas y debilitaría al gobierno que Prodi debe formar”, explicó D’Alema en su nota. En un comunicado hecho público minutos más tarde, Prodi dio las gracias a “D’Alema y a los DS por el gran sentido de responsabilidad demostrado”. Por otra parte, según informó el diario La Reppublica, Prodi parece tener cubierto el puesto más importante de su futuro gobierno: Tommaso Padoa Schioppa, uno de los grandes gestores financieros del país, habría dado el sí a la cartera de Economía.