Jueves, 7 de septiembre de 2006 | Hoy
EL MUNDO › ASEGURO QUE NO HUBO TORTURAS Y DIJO QUE LOS PRISIONEROS SERAN JUZGADOS
El mandatario reconoció que un “pequeño” número de sospechosos de terrorismo, incluyendo a los cerebros del 11-S, pasó por cárceles secretas y hoy se encuentran en Guantánamo. Bush negó que hayan sido torturados, pero se rehusó a aportar detalles sobre los métodos utilizados para extraer información. Y dijo que serán juzgados.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, reconoció ayer por primera vez que la CIA tiene cárceles secretas en distintos lugares del mundo. En un discurso pronunciado en la Casa Blanca, el mandatario aseguró que el “pequeño número de detenidos” en esas instalaciones incluye a responsables de la planificación de los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Además están detenidos responsables de atentados contra un buque estadounidense en Yemen en 2000 y contra las embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania en 1998. Los catorce detenidos en esas cárceles fueron trasladados recientemente a la prisión de Guantánamo, en Cuba, donde esperan ser juzgados.
“La fuente más importante de información sobre dónde se esconden los terroristas y lo que planean son los propios terroristas”, aseguró Bush en un discurso presenciado por familiares de las víctimas del 11-S. “Fue necesario trasladar a esos terroristas a un ambiente en el que pudieran ser mantenidos en secreto, interrogados por expertos y, cuando resultase apropiado, perseguidos por sus actos terroristas”, justificó el presidente estadounidense.
Bush aseguró asimismo que las actuales transferencias a Guantánamo de los catorce detenidos en las prisiones secretas, entre los que se encuentra Khalid Sheik Mohammed, número 3 de Al Qaida antes de ser capturado en Pakistán en 2003 y uno de los supuestos autores intelectuales del 11-S, significan que ya no hay terroristas en manos de la CIA. “Trescientos quince detenidos fueron devueltos y unos 400 continúan bajo custodia estadounidense en la base militar de Guantánamo”, indicó el mandatario.
Para defender el programa secreto, Bush dijo que el interrogatorio a los detenidos ha suministrado información crítica sobre actividades terroristas que ha hecho posible prevenir ataques no sólo en Estados Unidos, sino también en Europa y otros países. “Este programa ha ayudado a sacar de las calles a potenciales asesinos masivos antes de que tuvieran la oportunidad de matar”, dijo el mandatario. “Es invalorable para Estados Unidos y para nuestros aliados.”
La existencia de las prisiones ha sido una fuente de fricción entre Washington y algunos de sus aliados europeos. La administración Bush fue criticada por el trato a los detenidos bajo la sospecha de terrorismo. Legisladores de la Unión Europea incluso alegaron que la CIA realizaba vuelos clandestinos en Europa para llevar a sospechosos de terrorismo a países donde podían ser torturados. Bush indicó que el programa ha sido revisado por abogados de la administración y ha estado sujeto a un estricto seguimiento de la CIA. Sin embargo, no quiso dar detalles sobre las técnicas de interrogación que son utilizadas. “Si los terroristas las conocen, aprenderán cómo evadir las preguntas”, alegó. Pero aseguró que no suponen tortura.
Hasta el momento, el gobierno estadounidense no había reconocido oficialmente la existencia de las cárceles secretas de la CIA, de las que se supo en noviembre del año pasado por un artículo publicado por el diario The Washington Post. Las declaraciones de Bush se dan en el marco de una serie de discursos para incrementar la atención en la seguridad nacional dos meses antes de las elecciones legislativas de noviembre. El presidente estadounidense hizo hincapié en la guerra contra el terrorismo en su campaña de reelección en 2004, y al parecer está intentando hacer del tema un asunto que les dé la victoria a los republicanos este año.
Pero otras son las razones, según Bush, para dar a conocer esta información. “Algunos se preguntarán por qué reconocer la existencia de este programa ahora. Hay dos razones. Primero, porque hemos terminado los interrogatorios y estamos por iniciar los juicios, y segundo, porque la Corte Suprema ha puesto en entredicho a los tribunales militares y las cárceles secretas”, indicó Bush.
El presidente estadounidense se refirió también a los juicios que Estados Unidos planea realizar contra los terroristas trasladados a Guantánamo y los que ya están allí, que deben ser aprobados por el Congreso. La Corte Suprema declaró ilegales en junio pasado las cortes militares especiales que Bush planeaba crear para juzgar a los presos. El presidente estadounidense había insistido hasta entonces en que su capacidad de comandante en jefe durante una guerra le confería la facultad de establecer esos tribunales, que funcionarían con unas reglas extraordinarias que limitan los derechos del acusado, entre ellos el de ver o escuchar la evidencia en su contra.
Después de la declaración de ilegalidad de la Corte Suprema en junio, la Casa Blanca presentó una nueva propuesta, que es la que se espera sea aprobada próximamente por el Congreso. “Tan pronto como el Congreso autorice las comisiones militares, los detenidos podrán hacer frente a la Justicia”, dijo Bush. “Esos procedimientos reflejarán la realidad de que Estados Unidos es una nación en guerra”, aseguró.
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