Mientras el ex ministro de Economía Roberto Lavagna sobrevuela su candidatura a presidente en dirección a 2007 y un sector de los radicales se encolumna tras su figura, desde diversos sectores del peronismo se dedican a reunir fuerzas que no estén alineadas con el kirchnerismo. Los más activos en cosechar dirigentes son el diputado del grupo “El General” Francisco De Narváez, el ex gobernador misionero Ramón Puerta y el ex jefe de la SIDE Miguel Angel Toma. Desde “El General” ya trabajan para reunir “entre 1500 y 2000 peronistas no kirchneristas” en un plenario en la provincia de Buenos Aires el 30 de septiembre.

En el entorno de Lavagna aseguran que quienes tienen contacto en el día a día son los diputados Eduardo Camaño, Jorge Sarghini y Juan José Alvarez, todos del grupo “El General”, llamado así por el restaurant temático donde se encuentran. Allí, tras un acto en el que Lavagna cantó la marchita, Camaño anunció que “el 9 de enero éramos cuatro, ahora somos 200 y vamos a ser 1500”. Los generales trabajan para cumplir ese pronóstico en un plenario el 30 de septiembre, para el que todavía no definieron un lugar, aunque será en el conurbano. Allí intentarán reunir a ex intendentes, diputados y concejales no alineados con los referentes locales, que se encolumnaron detrás del Presidente.

Desde ese espacio, reconocieron que existe diálogo con el macrismo. “Hay conversaciones, pero las tienen Camaño y Juanjo Alvarez. La relación con el macrismo existe, pero no hay nada firme”, explicaron. Otro de los dirigentes que impulsan a Lavagna consideró que “juntarlos no tiene sentido ahora. Lavagna está para ser candidato a Presidente, y Macri está por encima de él en las encuestas.”

Cerca del ex ministro se despegaron de los buenos oficios de Puerta y Toma. “El 80 por ciento del peronismo tiene contacto con Lavagna. Pasan como si fuera San Cayetano. Incluso los que después lo van a ver a Kirchner”, aseguraron. “Los peronistas somos así. Un día están con vos y el siguiente te dan una patada en la ortodoncia”, agregaron. Si bien no comparte el círculo más cercano a Lavagna, Toma adelantó públicamente que lo votaría. Pero el ex secretario de Seguridad de Eduardo Duhalde hace más que eso. Está trabajando en el armado de lo que podrían llamarse los “coroneles”, las segundas líneas del peronismo.

Aunque está dedicado a su empresa yerbatera y a intentar frenar la reelección del gobernador Carlos Rovira, Puerta tiene tiempo para aportar su granito de arena al armado que podría culminar tras la candidatura de Lavagna, aunque no se reconoce aún como parte de ese espacio. Por su amistad con el líder de PRO, Mauricio Macri, tuvo que salir a desmentir una versión que lo ubicaba organizando una reunión entre ambos. “Soy amigo de Mauricio y me cae simpático el perfil de Lavagna, pero no estoy organizando ninguna reunión”, señaló a Página/12.

En tanto, el misionero tuvo varias reuniones con Lavagna y mantiene contactos con diversos sectores del peronismo. En particular, con el puntano Adolfo Rodríguez Saá y el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero. El salteño logró arrancarle una declaración a favor de la normalización del PJ a un grupo de peronistas durante las jornadas que organizó en su provincia el sábado pasado, a las que asistió el ex diputado Alberto Coto, una de las principales espadas lavagnistas. Aunque aclaró que lo hacía a título personal, se trató de todo un gesto.