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Cuando el intelectual Plínio de Arruda Sampaio abandonó el Partido de los Trabajadores (PT) un año atrás, hubo dirigentes que compararon esa baja con la de Heloisa Helena, expulsada en 2003. Arruda Sampaio emigró al Partido Socialismo y Libertad (PSOL), el partido de izquierda que postuló a Heloisa Helena y recibió 6,6 millones de votos en la primera vuelta.

Durante un diálogo con Página/12 este economista católico ligado a los campesinos sin tierra admitió que podría votar a Lula en el ballottage del 29 de octubre y repasó, “sin exagerar”, sus desinteligencias con la presidenta del PSOL por haber ordenado votar nulo a sus militantes y prohibir el debate.

“Prohibir no me parece una actitud ni socialista, ni libertaria” suelta el paulista Arruda Sampaio, cuya opinión es compartida por el grueso de sus compañeros, particularmente los de Rio de Janeiro, donde la agrupación obtuvo el 17 por ciento del sufragio.

–¿Hay un horizonte de ruptura?

–No. Sólo que hubiera deseado una discusión antes de tomar una decisión. Prefiero que el partido le lleve a Lula una pauta de temas para ver si está dispuesto a hacer gestos que lo indispongan con la derecha. Si los hiciera creo que deberíamos votarlo. Y si no los hace deberíamos votar nulo, para demostrar que no hay ninguna opción.

–¿Votaría a Alckmin?

–Alckmin cero, yo votaría Lula o nulo.

–¿Coincide con el PT en que hay dos proyectos en pugna?

–No. Pienso que los dos candidatos están dentro del campo de la reestructuración brasileña según los moldes del Consenso de Washington. Las diferencias son adjetivas, no sustantivas.

–¿Es falso que este gobierno privatizó menos que el anterior?

–Es una verdad a medias. Es cierto que Lula no realizó ninguna privatización, pero se están haciendo privatizaciones indirectas, como la sesión de campos petrolíferos a empresas privadas, que son dueñas del crudo. No creo que Lula privatice por completo Petrobras, pero seguirá cediendo poder a las empresas.

–¿Y Alckmin?

–Creo que con él es mayor el riesgo de privatización de Petrobras e inclusive del Banco do Brasil. Allí habrá una cosa directa porque él no tiene ningún compromiso con organizaciones populares y sindicales. Es posible que su gobierno comience con un paquete de “maldades” de ese tipo.

–¿Un segundo gobierno de Lula sería más neoliberal?

–No creo que lo sea más que el primero, tampoco creo que ellos así lo quieran. Pero sucede que el neoliberalismo es un sistema que tiende a copar a cualquier gobierno, y los centros de poder capitalista mundial presionarán para que en un segundo gobierno Lula complete las políticas iniciadas por el presidente Fernando Henrique (Cardoso, 1994-2002). ¿Qué es lo que falta? Los derechos laborales, los derechos sindicales y los derechos previsionales, que todavía no están completamente privatizados.

–¿El PSOL conquistó simpatías en sectores conservadores?

–Creo que hay muchos electores derechistas en la candidatura de Heloisa Helena y en la mía (fue candidato a gobernador de San Pablo). Porque Heloisa hizo una campaña centrada en la corrupción del gobierno y eso pegó.