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–¿Cuáles son las causas de la crisis de gobernabilidad en Ecuador?

–La crisis se origina cuando el país no responde a los mandatos de la democracia, sino a grupos políticos y económicos que se fueron convirtiendo en “padrinos”. Las formas en que los padrinos manejan, explotan y manipulan la democracia provocaron desajustes sociales y económicos. Si vamos fortaleciendo la democracia con la organización social, priorizando un desarrollo que dé oportunidad de trabajo a los ecuatorianos, que genere un cambio profundo en la educación y, sobre todo, en la confianza y credibilidad de Ecuador, lo que yo llamo la “revolución sanitaria”, es posible que los padrinos queden en la historia.

–En un eventual gobierno suyo, ¿ve criticas por izquierda o por derecha?

–Veo por los dos lados. Por derecha porque vamos a afectar al sistema político-económico del Ecuador hacia un modelo distributivo, porque son necesarios mayores espacios de competencia real de la producción, la democratización de los créditos. En la izquierda habrá ultrismos, yo soy un hombre de izquierda, pero creo que la izquierda de hoy día tiene que vivir la realidad. Usted fíjese que hasta en Cuba, en pleno proceso de la guerrilla de Fidel Castro, el Partido Comunista estuvo en contra. Y no se olvide usted que en Brasil contra Lula también hay ultristas.

–¿Qué diferencias encuentra entre su proyecto y el de Rafael Correa?

–Correa tiene un discurso muy parecido al de (Lucio) Gutiérrez, pero cuando fue ministro de Economía pagó la deuda y optó por Luis Alberto Moreno de Colombia para presidente del BID. A Correa lo veo muy parecido, con titulo de posgrado, a Gutiérrez.

–Basándose en lo que dijo de Correa, usted estaría a su izquierda...

–Yo digo que sólo en el discurso Correa puede estar en el supra, ultra izquierda. ¿Pero concretó algo? El caso de la Oxi era conocido y todo el escándalo se produce cuando él sale. Yo recelo del neogutierrismo.

–¿Integración regional o libre comercio con Estados Unidos?

–Es que para mí no son incompatibles. Yo apuesto a la integración, pero no condicionado a que no converse con EE.UU. Debe pensarse en los entornos de los países. Lo que no acepto es que todo tiene que ser blanco o negro, creo que puede haber distintas formas de integración.

–¿Cuáles serían las líneas de su política inmigratoria?

–Frente a la política represiva estadounidense tiene que haber una gran unidad de Latinoamérica.