La Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) le pidió a Felipe Calderón que demuestre que no es fascista y el presidente respondió con silencio. Le demandaron que libere a los militantes detenidos, entre ellos su líder, Flavio Sosa, al que el movimiento y el Frente Amplio Progresista (FAP) de Andrés Manuel López Obrador ya consideran un preso político. Esta coalición, la principal fuerza opositora en México, convocó a una serie de protestas que comenzarán el sábado a nivel nacional y finalizarán con la gran manifestación de la APPO del domingo, aprovechando la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos.

“Emplazamos al presidente Calderón a que demuestre que su gobierno no está dominado ni por la ultraderecha ni por los fascistas. Exigimos la liberación inmediata de Flavio Sosa y de otros de nuestros compañeros detenidos”, dijo en una rueda de prensa Jesús López, uno de los voceros de la APPO. Calderón eligió no responder y continuar con su primera gira nacional como mandatario en funciones. De visita por el empobrecido estado de Guerrero, un distrito del Partido de la Revolución Democrática de López Obrador, prometió mejorar la educación, la salud y la distribución de las tierras. Pero de Oaxaca nada. A pesar de que es de lo único que hablan los medios mexicanos y que se avecina un recrudecimiento de las movilizaciones masivas no sólo en ese estado del sur, sino también en DF, de la mano de los seguidores de López Obrador, el autoproclamado “presidente legítimo”.

López anunció que mañana retomarían las negociaciones con el gobierno nacional, siempre y cuando los reciba el secretario de la Gobernación, Francisco Ramírez. Aunque planea mantener la relación con Calderón y su gabinete, no dejó pasar la oportunidad de cuestionar la postura del Ejecutivo, que el lunes pasado detuvo a Sosa, sólo horas antes de que se reunieran en la casa de gobierno para reanudar las conversaciones. “La gobernación tiene un doble lenguaje, por un lado nos llama a la negociación y por el otro detiene a nuestros líderes”, cuestionó el vocero de la APPO. Según el movimiento, desde que empezó el conflicto, unas 300 personas han sido detenidas, 13 han muerto y unas 20 siguen desaparecidas.