Tras seis meses de trabajo, los “pingüinos” chilenos decidieron bajarse del Consejo Asesor para la Educación a sólo cinco días de la entrega del informe final a la presidenta Michelle Bachelet. “Creemos que el trabajo que tuvimos todo este tiempo en el Consejo Asesor fue un tiempo perdido y es por eso que decidimos salirnos”, explicó María Jesús Sanhueza, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes (ACES). A juicio de los estudiantes, el informe final no presenta una propuesta para una mejora real de la calidad de la enseñanza. Al retiro de los “pingüinos”, como apodan a los estudiantes secundarios por sus uniformes azules y blancos, se sumó el anuncio de profesores y estudiantes universitarios, quienes no respaldarán el informe porque no los representa. El gobierno chileno criticó la medida pingüina alegando que el Consejo es un órgano de discusión y no resolutivo.

El informe que será presentado a Bachelet el próximo lunes es el fruto de un arduo trabajo de un Consejo conformado por expertos en educación, políticos, representantes sociales, profesores y estudiantes –tanto secundarios como universitarios–. La mandataria chilena conformó la comisión en junio pasado, tras semanas de paro en los colegios en reclamo de mejoras en la educación. La misión del Consejo es la elaboración de propuestas para una nueva ley educativa que busque, entre otras cosas, achicar la brecha entre colegios públicos y privados.

Los “pingüinos” ya habían amenazado varias veces con bajarse del Consejo, pero a último momento optaban por quedarse. Esta vez fue diferente. Uno de los puntos que critican es la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (Loce), que fue promulgada en los últimos días del gobierno de Augusto Pinochet y que, según varios sectores, convierte a la educación en un bien de mercado y no en un derecho. “Mientras nosotros pedimos la derogación de la Loce, ellos sólo hablan de su modificación”, apuntó el dirigente estudiantil Maximiliano Mellado.

Lo cierto es que los estudiantes no están tan unidos como a principio de año. De hecho, de los ocho “pingüinos” que participan en el Consejo Asesor, sólo cuatro decidieron retirarse. “Tenemos que terminar esta etapa y después en todo caso presentar otras propuestas”, afirmó a Página/12 Francisco Giménez, uno de los estudiantes que decidió quedarse en la comisión. “Las propuestas de los estudiantes están reflejadas, aunque no en un ciento por ciento, porque es un Consejo heterogéneo. Es por eso que se puede perder nuestra propuesta. Pero las ideas están. Me parece inmaduro que mis compañeros se retiren cinco días antes de la finalización del trabajo”, apuntó el estudiante de 17 años, del Colegio Chile.

El gobierno puso el grito en el cielo por la decisión pingüina. No sólo llamaron por teléfono a cada uno de los estudiantes que conforman el Consejo para que revean su postura, sino que ayer tanto Bachelet como la ministra de Educación, Yasna Provoste, criticaron la medida. “No me explico el retiro. No entiendo la razón de por qué los jóvenes se retiran de la mesa de trabajo”, señaló la presidenta Bachelet. Asimismo, reiteró que enviará los proyectos de educación al Congreso el primer trimestre de 2007 “para ver cómo mejoramos la institucionalidad, la regulación y la calidad de la educación”. En tanto, la ministra Provoste restó validez a las críticas de los estudiantes, señalando que el Consejo Asesor siempre fue pensado con el objetivo de convertirse en un órgano de reflexión y discusión, y no para la redacción de un proyecto de ley.

Quienes también anunciaron que no darán su respaldo al informe final fueron los profesores, apoderados y estudiantes universitarios, que junto a los secundarios conforman el llamado “bloque social”. “No vamos a respaldar el informe final, porque no lo compartimos”, indicó Jorge Pávez, presidente del Colegio de Profesores. El profesor criticó que se presentaran demasiadas propuestas, y todas distintas. “Esperábamos que el informe contuviera posiciones nítidas, pero no se logra ese objetivo. Es disperso y ambiguo. A la presidenta se le hará difícil inclinarse por una u otra propuesta”, apuntó en diálogo telefónico con este diario, además de indicar que el bloque elaborará una propuesta paralela, que presentará posteriormente al Ejecutivo. “En este afán de dejar contentos a todos, no queda nadie contento”, disparó.

Con la entrega del informe a Bachelet el próximo lunes se esperan movilizaciones de algunos sectores estudiantiles, aunque no serían demasiado fuertes, porque las clases terminaron en la mayoría de los colegios. Sin embargo, los estudiantes vaticinan un marzo de 2007 caliente. “La lucha sigue. En marzo y abril del año que viene va a haber movilizaciones muy fuertes”, afirmó Giménez.

Informe: Virginia Scardamaglia.