El presidente de Ecuador, Rafael Correa, destituyó ayer al comandante del ejército, Pedro Machado, por considerarlo responsable de errores cometidos durante la práctica militar en la que murió la ministra de Defensa, Guadalupe Larriva. Machado, cuyo desplazamiento se conoce el mismo día que asumió la nueva ministra de Defensa, la filósofa Lorena Escudero, será reemplazado por el general Guillermo Vásconez.

“Les entregamos a la ministra viva y ustedes nos la devuelven muerta”, le dijo a Machado el ministro de Economía, Ricardo Patiño, encargado de la cartera de Defensa hasta ayer, según contó el militar a la televisora Teleamazonas. El ahora ex comandante de la fuerza dijo que fue retirado después de negarse a dimitir el jueves pasado. Además indicó que asumió su salida “para que se calme la situación” y “gustoso” porque tiene la conciencia tranquila. Sin embargo dijo que no se puede culpar a un comandante de todo lo que pasa en el ejército.

Patiño informó ayer que Machado fue desplazado por las decisiones administrativas y de seguridad que se tomaron antes de la maniobra del 24 de enero, en la que la ministra, su hija y cinco oficiales murieron al chocar dos helicópteros. El funcionario aseguró que hubo errores operativos en el ejercicio en el que participaba Larriva, como la distancia entre las aeronaves. Asimismo señaló que además del retiro de Machado se ordenó la apertura de una investigación sobre el coronel René Vásquez, responsable directo de la práctica militar. “Tendrá que cumplir con las disposiciones reglamentarias en relación con la investigación de sus acciones y decisiones previas al accidente”, sostuvo.

El episodio en el que murió Larriva es investigado por una comisión de expertos ecuatorianos, chilenos y franceses, por orden de Correa. Aún hay muchos interrogantes sobre qué sucedió realmente. El jefe del comando conjunto de las fuerzas militares, general Héctor Camacho, sostuvo que la funcionaria, de 50 años, pidió subir a una de las aeronaves para participar en el ejercicio, en lo que los uniformados asumieron como una orden. Sin embargo, el instructivo de la operación no tenía previsto que Larriva viajara en un helicóptero de combate. “Había aeronaves destinadas para los invitados y en ellas tenía que estar la ministra. Alguien debió haberla prevenido de que corría mucho riesgo y tal vez decirle que no se podía subir, aunque ella quisiera”, indicó Patiño.