Domingo, 22 de julio de 2007 | Hoy
EL MUNDO › EL PRESIDENTE COLOMBIANO LOS ACUSO DE APOYAR A LA GUERRILLA
Hablando ante un auditorio de reservistas, Uribe acusó a los sindicatos de apoyar a las guerrillas de las FARC y el ELN, un viejo slogan derechista de los noventa. El problema con el TLC.
El presidente colombiano Alvaro Uribe se está poniendo nervioso. Frente a un auditorio de reservistas militares y policiales, el mandatario acusó ayer a la dirigencia sindicalista de apoyar a las guerrillas. Recuperando una vieja denuncia infundada que hacían los paramilitares en los noventa, sostuvo que tres gremios participaron este mes de un encuentro de organizaciones sociales en Quito en el que, según Uribe, se hizo apología de la lucha armada de las FARC y el ELN. En lo que va del año el presidente colombiano hizo dos viajes a Washington y mandó a casi la mitad de su gabinete para intentar convencer a los legisladores demócratas de que su gobierno es apto para asociarse con Estados Unidos, a través de un Tratado de Libre Comercio (TLC). “No puede ser que nos frustren la aprobación del TLC, acusándonos de no proteger a los sindicalistas y que simultáneamente vayan algunos a Quito a firmar una declaración política de apología del terrorismo”, aseguró el mandatario.
El Congreso estadounidense tiene bloqueada la ratificación del acuerdo desde fines del año pasado. La mayoría demócrata, y algunos legisladores republicanos, se niegan a avanzar en una alianza comercial, mientras el Estado colombiano no dé una respuesta a los miles de dirigentes sindicalistas asesinados y aclare los vínculos entre gran parte de las filas del oficialismo y los jefes paramilitares. El primer reclamo es impulsado por un fuerte lobby de los gremios estadounidenses, que desde el comienzo canalizaron las denuncias de sus pares colombianos. En un informe de Amnistía Internacional recientemente difundido, la organización estadounidense sostenía que, desde 1991, se documentaron 2245 asesinatos, 3400 amenazas y 138 desapariciones.
Pero para los ojos de Uribe, éste es un problema que está mejorando y por eso le molesta tanto que frene el TLC, un acuerdo que él mismo calificó como una de sus prioridades para su segundo mandato. “A mí me parece que es grave que se haga una reunión política y se produzca una declaración para apoyar el terrorismo. ¿Entonces cuál es la realidad del espíritu democrático? Democracia de fachada y terrorismo de verdad. Democracia de discurso y terrorismo de acción”, aseguró Uribe, sin disimular su irritación por el tema. “Eso, además de ser una afrenta a la democracia, a nuestro país, es una hipocresía, es una farsa”, agregó.
El encuentro al que hizo referencia el mandatario colombiano es el XI Seminario Internacional sobre Problemas de la Revolución en América Latina, organizado hace dos semanas por el Movimiento Popular Democrático de Ecuador, una organización cercana al presidente Rafael Correa. En él participaron el Sindicato de Trabajadores de las Empresas Municipales de Cali, el Sindicato de Trabajadores de la Empresa de Teléfonos de Bogotá y el Sindicato de Trabajadores y Empleados Universitarios de Colombia.
Según el presidente de este último, ellos en ningún momento adhirieron a una declaración en apoyo a las guerrillas. “Mi firma quedó estampada únicamente al registrar mi ingreso al seminario. En ningún momento nos pidieron firmar”, explicó ayer Carlos Escobar. Los tres sindicatos les pidieron a los organizadores del seminario que aclararan la situación y que corrigieran al gobierno colombiano. Además, pidieron una audiencia con el Palacio de Nariño para que el Ejecutivo se retractara.
Anoche, desde Quito, los organizadores del seminario desmintieron a Uribe. Explicaron que nunca se firmó una declaración y que el documento al que se refirió el mandatario eran las conclusiones que realizaron ellos a partir de todas las ponencias presentadas, entre ellas dos enviadas por las FARC y el ELN.
Hasta ahora, Bogotá no se retractó ni disculpó. No sólo por las acusaciones, sino también por insinuar que la supuesta cercanía de la dirigencia sindicalista con las guerrillas fue la razón por la dura represión que vienen sufriendo hace décadas. “Eso fue lo que en Colombia lograron las guerrillas y eso fue lo que desató esa atroz persecución contra los líderes sindicales”, afirmó el mandatario, recordando que los grupos paramilitares se ensañaron con los gremialistas por considerarlos “simpatizantes” de los guerrilleros.
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