Una nueva baja en el gobierno de Rafael Correa. La ministra de Defensa, Lorena Escudero, presentó su renuncia sin dar demasiadas explicaciones. Sin embargo, ayer en Quito todos daban por descontado que se debía a las abiertas críticas del presidente a las penas leves que recibieron los militares involucrados en el accidente de principio de año, en el que murió la ex ministra de Defensa, su hija y cinco oficiales. Lo único que Escudero garantizó ayer es que pasará a ocupar otro cargo nacional. Fuentes cercanas al gobierno ecuatoriano adelantaron que la funcionaria pasaría a dirigir la Secretaría del Inmigrante, una cartera nueva que todavía no cuenta con un gran presupuesto.

Escudero asumió a principio de febrero después de la muerte de la dirigente socialista Guadalupe Larriva. La primera ministra de Defensa de Correa era una de las promesas femeninas de su gabinete. Sin embargo, su sucesora, elegida con mucho apuro en medio de un clima de fuerte tensión política, tenía un perfil más bajo y un currículum más corto. De profesión docente y con 41 años recién cumplidos, Escudero intentó acompañar el acercamiento del gobierno a las fuerzas armadas, al tiempo que planteó reformas demandadas por los sectores castrenses, como el derecho al voto. La ahora ex ministra también tuvo su cuota de roces con el alto mando. En medio de las discusiones sobre la futura Asamblea Constituyente, Escudero había propuesto que las fuerzas armadas no pudieran excluir a homosexuales de las filas. También había entrado en una discusión pública con el jefe del Comando Conjunto, Héctor Camacho, por el informe final de la investigación por el accidente, en el que murió la ministra Larriva. Escudero también estaba enfrentando críticas desde otros sectores por ese tema. Los familiares de su antecesora no estaban de acuerdo con las leves penas impuestas por un tribunal militar a los soldados involucrados en el accidente. Además, pedían que acusarán también a sus superiores e incluso al alto mando. El propio Correa se sumó a los cuestionamientos de la familia el domingo pasado en una entrevista televisiva. Sin embargo, se cuidó de atacar a la cúpula militar, a la que no dudó en respaldar.