Viernes, 5 de marzo de 2010 | Hoy
EL MUNDO › DURAS PENAS PARA CHOFERES
Por Sebastián Ochoa
El concierto de las ciudades bolivianas quedó dos días sin uno de sus instrumentos principales. Los micros, que con motores, bocinas y pregoneros de destinos dan ritmo (de punk rock) a calles y avenidas. Las rutas también quedaron en silencio, ya que todos los choferes se reunieron en marchas, bloqueos y peleas contra policías más peatones. El motivo parece indefendible. En enero, el presidente Evo Morales firmó un decreto según el cual todo chofer que fuera hallado borracho perdería para siempre su licencia de conducir. La medida fue una reacción ante los constantes accidentes de tránsito provocados por beodos al volante. La Confederación de Choferes organizó el paro –y amenaza con hacer otro indefinido– porque considera un exceso dejar a pie a los del gremio que se echen unos tragos para transportar personas.
El miércoles, en el primer día de paro, la policía detuvo a más de 60 choferes que participaron de incidentes en las ciudades de La Paz, El Alto, Cochabamba y Potosí. Varios manifestantes apedrearon parabrisas de micros y autos ajenos al sindicato que quisieron aprovechar la oportunidad de monopolizar los caminos. También repartieron golpes y cinturonazos entre policías que querían dispersar a los bloqueadores y vecinos que se sentían perjudicados.
“Es un paro de borrachos”, calificó el ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, en conferencia de prensa, cuando aseguró que se respetaría el derecho a huelga de los confederados. En las ciudades, cuando los choferes marchaban, se encontraban con gente que les recriminaba: “Vayan a trabajar, borrachos”. En esta ciudad, una señora se les plantó cuando iban en romería por la avenida Pérez Velasco y repartió unos carterazos entre los conductores. Por suerte, (para ella) los separó un policía. “Son unos asesinos de niños”, les gritaba exaltada.
Las Fuerzas Armadas dispusieron de 12 camiones y seis micros para transportar a la gente entre El Alto y la zona sur de la ciudad de La Paz, pero no alcanzaron para llevar a los miles de pasajeros del día.
El Decreto Supremo 0420 establece, entre otros puntos, que no se puede llevar a pasajeros en el pasillo del micro –algo habitual en los recorridos de larga distancia– ni en la cabina ni en los buzones. Además, implica directamente a las empresas de transporte cuando alguno de sus choferes sea atrapado borracho. Si el conductor comete un accidente en estado etílico, la empresa queda inhabilitada por un mes para transportar pasajeros. En este caso, todos los trabajadores deberán seguir cobrando su salario, según el decreto. Si esto sucede dos veces, la firma debe dejar de funcionar.
En Bolivia mueren mil personas al año en accidentes de tránsito, muchas veces ocasionados por choferes borrachos. En otros casos, el poco mantenimiento de las unidades hace que caigan por los barrancos, abundantes en la geografía montañosa del país.
Ayer, el gobierno identificó a veinte empresas que usaron sus micros para bloquear rutas del país. Llorenti adelantó que estas firmas serán suspendidas por 15 días por obstaculizar el tránsito. “El ministro Llorenti debería renunciar. ¿Cómo es posible que a más de 150.000 choferes nos diga que somos borrachos?”, dijo Franklin Durán, secretario ejecutivo de la Confederación de Choferes.
Según el gobierno, este decreto es “en defensa de la vida” y argumenta que también hace valer los derechos de los choferes. En muchos casos, las borracheras se convocan para aliviar la explotación a la que son sometidos por los dueños de los micros, proclives a contratar pocos conductores para ganar más.
“Está bien que se castigue a los conductores borrachos. Pero no es justo que se les quite la licencia, porque se quedarán sin trabajo y eso es peligroso”, dijo Durán. El dirigente encabezó una huelga de hambre con algunos de sus compañeros para exigir la modificación del decreto 0420. Pero cuando hubo 60 choferes detenidos sostuvo que no negociaría con el gobierno hasta que estuvieran libres. De todas maneras, Morales no estaba dispuesto a dar el gusto a los conductores. Los detenidos recuperaron la libertad previa audiencia judicial. Hasta anoche quedaban diez confederados tras las rejas.
El presidente afirmó que desea ver al decreto 0420 convertido en ley por la Asamblea Legislativa Plurinacional, que en dos tercios de su composición responde al gobernante Movimiento al Socialismo (MAS).
“Los dirigentes están defendiendo que los transportistas manejen borrachos, se accidenten y maten. En este tema vamos a ser mucho más radicales. Se tendrá una Ley Seca para quien conduzca, porque estamos hablando de la vida de los seres humanos”, dijo Morales a la prensa.
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