Viernes, 15 de octubre de 2010 | Hoy
EL MUNDO › COMO RECUPERAN EL BIORRITMO
Los más de dos meses de encierro, bajo tierra y a 700 metros, generó en los 33 mineros condiciones que los especialistas pueden llamar como estrés traumático, postraumático, modificación del biorritmo, del reloj biológico. “Si no hay pautas externas, como le ocurrió durante el primer mes a los mineros, el reloj biológico sufre fuertes modificaciones”, explicó el experto Diego Golombek, director del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad de Quilmes-Conicet. Lo supo Tom Hanks mientras hablaba solo en el film Náufrago. En realidad, no hablaba solo, lo hacía con Wilson, su inmejorable compañero/pelota. Lo supo Michel Siffré, el espeleólogo francés, que se encerró por dos meses en completo aislamiento en una cueva subterránea de los Alpes y terminó enloquecido hablando con un ratón al que tomó como compañero.
“El reloj biológico no se sincroniza por sí mismo. Necesita de la alternancia de luz-oscuridad –agregó Golombek–. Y esto produce serias dificultades para dormir. Si no se duerme, no es solamente como pensamos nosotros, que se recupera después. No, en la dificultad de dormir durante tanto tiempo la persona se vuelve más irritable, sufre más accidentes y es más proclive a las enfermedades.” Golombek agregó que “el reloj biológico se sincroniza entre otras maneras socialmente, con la función del lenguaje, con el intercambio con los otros. El reloj biológico es de más o menos 24 horas, pero no es exacto y cuando se pierde esa sincronización con los demás se produce un desfasaje que con el correr del tiempo puede agravar. En ese sentido, no es en la alternancia luz-oscuridad, sino con el hecho que estuvieron en grupo lo que posiblemente les haya permitido mantener relativamente en orden el reloj. Michel Siffré es un espeleólogo francés que investigó el efecto del encierro en soledad. Se metió en una cueva donde permaneció dos meses, solo y bajo tierra. Se volvió loco y hablaba con un ratón. El se daba cuenta de que se volvía loco.”
El experto recuerda también el caso del personaje de Tom Hanks en la película Náufrago, donde también completamente aislado comienza a hablar con una pelota de fútbol a la que llama Wilson. “Suerte que estaban en grupo, dijo Siffré cuando le consultaron por la experiencia de los mineros”, recordó Golombek. “Pero además, se altera la percepción del tiempo. Es decir, para los mineros, especialmente durante la primera fase, hasta que toman contacto con ellos mediante las sondas, pasaron menos días, ellos tuvieron la percepción de que pasaron menos días encerrados de lo que realmente fue.”
Otra cuestión que planteó el especialista es la adaptación de la retina a la oscuridad. Durante los casi 70 días de encierro, las retinas se adaptaron a la oscuridad, pero ahora tienen que regenerar el epitelio pigmentario que si se vuelve de manera abrupta a la exposición diurna puede provocar un daño permanente.
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