Ayer otros dos soldados estadounidenses murieron y cuatro resultaron heridos en Irak. En lo que va del mes ya fallecieron más de 20 militares norteamericanos. Si los ataques contra las fuerzas extranjeras se mantienen como en los últimos días, abril podría ser el mes más fatal para el ejército estadounidense, desde noviembre de 2004. En aquel momento, las tropas norteamericanas debieron enfrentar fuertes combates para tomar el control de Fallujah, un antiguo bastión de los insurgentes. Sin embargo, actualmente no hay ninguna ofensiva militar de tal magnitud. Los soldados estadounidenses están muriendo de a dos o tres, en atentados aislados en diferentes puntos del país.