Como suele ser habitual, el anuncio del temario oficial sólo menciona cuestiones de índole intraeclesial. Pero la reunión que la Comisión Permanente del Episcopado celebrará entre mañana y pasado con la presidencia del cardenal Jorge Mario Bergoglio seguramente deparará algunos intercambios más ricos que los que previamente se difunden. Aquello que en la agenda aparece como “intercambio pastoral” puede transformarse en una de las instancias más importantes de la reunión si la conducción del Episcopado se dedica en ese momento –como es altamente probable– a analizar la evolución de las relaciones entre la jerarquía de la Iglesia y el Gobierno, en particular de qué manera el vínculo está afectado por la traba puesta por el Vaticano para la designación de Alberto Iribarne como embajador argentino ante la Santa Sede.

La negociación –que se realiza directamente y en forma discreta entre la Casa Rosada y la Santa Sede, con la colaboración de la Secretaría de Culto y de la Nunciatura vaticana en Buenos Aires– sigue complicada, pero en el horizonte aparecen algunas fórmulas que podrían destrabar el asunto. El propio Iribarne estaría dispuesto a hacer un gesto personal de renunciamiento para facilitar el acuerdo.

No se esperan documentos como resultado del encuentro episcopal que se realizará en la sede capitalina del Episcopado en la calle Suipacha, pero una determinación definitiva sobre el particular sólo se podrá conocer cuando el cuerpo, de aproximadamente veinte obispos, se encuentre sesionando. Fuentes eclesiásticas aseguraron que no está previsto un pronunciamiento sobre la proliferación de los juegos de azar, que fue motivo de declaraciones de parte de un obispo en los últimos días. Si bien es un asunto que preocupa al Episcopado, la cuestión podría ser incluida en algunos diálogos directos con funcionarios y podría hacerse mención al mismo en un documento de la próxima asamblea plenaria que se celebrará en el mes de abril.

El “intercambio pastoral” consiste en un diálogo abierto en el que cada uno de los obispos participantes presenta sus preocupaciones y las de sus colegas de la región que representa, dado que la Comisión Permanente es un organismo al que asisten solamente delegados. En ese momento aparecerán, sin duda, las cuestiones sociales que siguen siendo una constante en el intercambio entre los obispos. Varios de ellos insisten en la necesidad de encontrar estrategias para atacar el “núcleo duro” de la pobreza y otros manifiestan gran inquietud sobre todo por la situación de la juventud vinculada con esta realidad, también afectada por el problema de la drogadicción.

El cardenal Bergoglio hará un informe sobre una reciente reunión de conferencias episcopales de América Latina y el Caribe que se realizó en el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y en el que se trabajó sobre la acción que los obispos católicos reunidos el año anterior en Aparecida (Brasil) denominaron “misión continental”. Se trata de una campaña de alcance continental mediante la cual la Iglesia Católica intentará reafirmarse como principal referente religioso en la región a través de una estrategia de anuncio y presencia. El presidente del Episcopado ha sido uno de los grandes impulsores de esta campaña, aunque en la Argentina todavía no existe un diseño definitivo para llevarla adelante.

La agenda episcopal incluye un “informe de la Comisión Episcopal de Catequesis”, la preparación del temario de la próxima asamblea plenaria de los obispos y un item “varios” para facilitar la inclusión de aquellos temas no concertados previamente. Está previsto que la reunión finalice el miércoles en horas de la tarde.