Al tiempo que la dirigencia rural resolvía levantar “la carpa verde” montada en la Plaza de los Dos Congresos, en la ciudad de Paraná un sector de productores anunciaba una movilización para el día de mañana. Dos mensajes diferentes hacia los legisladores que deberán resolver sobre el proyecto de retenciones móviles a las exportaciones de soja. Mientras el retiro de la carpa fue presentado como un intento de descomprimir para buscar un consenso, la vuelta a las rutas (aunque sin cortar el túnel subfluvial, prometieron) de “autoconvocados” y otros sectores del entorno de Alfredo De Angeli parecía anunciar una apuesta al “todo o nada”, presionando con el regreso al conflicto. En ese contexto, anoche hubo expresiones tendiendo puentes a un acuerdo tanto de Eduardo Buzzi, de Federación Agraria, como de Alberto Cantero, diputado oficialista y titular de la Comisión de Agricultura. Otros sectores, en cambio, parecían tomar distancia de un posible acercamiento y tensaban la cuerda anunciando una contraofensiva.

El titular de Federación Agraria, al salir de la reunión de la Comisión de Enlace, evitó referirse al anuncio de los dirigentes locales de Paraná (liderados por Juan Echeverría), pero en cambio apuntó a los diputados de la oposición, a los que le reclamó “evitar actitudes oportunistas” en medio de un debate que busca consenso. El discurso de Buzzi quedó claramente diferenciado del de Mario Llambías, titular de CRA, quien horas antes había vuelto a plantear que si la votación del Congreso no los conformaba, volverían a las rutas y “el conflicto sigue”. Anoche Llambías no hizo declaraciones, pero las distintas expresiones de los mencionados y otros dirigentes reflejaron que hubo diferencias entre las entidades respecto de la evaluación de las propuestas alternativas que han ido surgiendo en el Congreso.

Varias propuestas que aparecen en forma complementaria al debate por las retenciones, como la segmentación del tributo por tamaño de la producción o los cambios al régimen de arrendamientos, entusiasman a Federación Agraria o a Coninagro más que a Sociedad Rural o CRA. Entidades, estas últimas, que difícilmente comulguen con planteos que castiguen a los latifundios. A su vez, más por razones políticas que por convicciones ideológicas, los denominados “autoconvocados” juegan en contra de cualquier acuerdo parcial que no se lea como una “derrota” del Gobierno. Esta postura identifica a piquetes como el de Paraná, o el de Jesús María, en Córdoba. La postura de De Angeli y del piquete de Gualeguaychú, en tanto, oscila entre la dureza y la intención de “no sacar los pies del plato” de la Federación Agraria. Ayer, en el levantamiento de la carpa ruralista, pareció prevalecer esta última postura.

Los contactos informales de las últimas jornadas entre parte de la dirigencia rural y legisladores del oficialismo quedaron reflejados en las postura de algunos de los principales actores en este capítulo de la serie. Buzzi expresó la necesidad de “mejorar el proyecto oficial que, así como está, es inaceptable”. Para ello, puso como elementos centrales la segmentación de las retenciones y la posibilidad de avanzar en una nueva ley de arrendamientos, que proteja a los productores chicos frente al avance de los pools de siembra. Al mismo tiempo, Cantero incorporaba ambos conceptos a su discurso, alentando una propuesta integral que pudiera ser consensuada con parte de la dirigencia rural y con sectores de la oposición. Eduardo Macaluse, diputado por el bloque de SI (escindidos del ARI), es impulsor de un proyecto de ley de arrendamiento que podría resumir aquellas posiciones.

La preocupación de Federación Agraria es que esta discusión habilite la aprobación de las resoluciones por las retenciones móviles a la soja y postergue las propuestas complementarias. Sólo habría acuerdo si hay aprobación “en paquete” y en simultáneo.

Confederaciones Rurales Argentinas no comparte la ley de arrendamientos, aunque sí la segmentación, pero además exige un techo más bajo a las retenciones máximas de forma de no castigar a los grandes productores ni a los pools de siembra. Explícitamente, Llambías se expresó en defensa de los pools “de capitales argentinos”. Sociedad Rural tiene una posición similar en general, aunque sus dirigentes no plantean, como Llambías, la alternativa de volver a cortar las rutas como perspectiva inmediata.

En el marco del Congreso, también se muestran diferencias. La Coalición Cívica aparece como el bloque menos flexible a encontrar bases para un acuerdo, expresando su posición desde el juicio y condena a la propuesta, las intenciones y la actitud del Gobierno. El mensaje de Buzzi, advirtiendo sobre las “actitudes oportunistas”, le calza como un guante a este sector, aunque no haya sido esa la intención del emisor. Otros sectores, incluso dentro del propio bloque oficialista, han presentado propuestas alternativas que Cantero prometió contemplar para buscar “una proposición común”. Hoy se debatirán las que surgieron en el seno del FPV, en una reunión del bloque que buscará una posición común pero sin cerrarse en un dictamen de comisión definitivo. Mañana, por la mañana, está prevista la reunión de todos los jefes de bloque, espacio al que Cantero juega alguna ficha para alcanzar una posición consensuada.

En las próximas horas, se verá si los contactos reservados de los últimos días arrojaron resultados. Por encima de las alianzas coyunturales y de “intereses oportunistas”.