El diputado nacional Gerónimo Vargas Aignasse elogió el fallo del Tribunal Oral Federal tucumano que condenó a prisión perpetua a los generales Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez por secuestrar, torturar y asesinar a su padre, el ex senador Guillermo Vargas Aignasse. Si bien lamentó la postergación de la resolución sobre el lugar donde deberá cumplir la pena el ex gobernador tucumano, fue mesurado a la hora de opinar sobre la decisión que deberá tomar el tribunal. Menéndez aún está alojado en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga, unidad militar donde funcionó un centro clandestino de detención, pero en los próximos días sería trasladado al penal cordobés de Bouwer.

“Estamos satisfechos por el veredicto. Es la sentencia que habíamos buscado. El presidente del tribunal manejó el debate de la mejor manera, garantizando el debido proceso y el principio de contradicción, de acuerdo con lo que prevé la Constitución”, afirmó el diputado. “Después de 32 años hemos logrado que en Tucumán se acabe la impunidad para los dictadores que han cometido los peores delitos de la historia argentina”, agregó.

Sobre la posibilidad de que Bu-ssi sea trasladado a una cárcel común, solicitada por el fiscal federal Alfredo Terraf, o bien permanezca en su country de Yerba Buena, sostuvo que “Bussi es un hombre mayor, con una salud precaria”. “Pretendemos que cumpla la condena donde su salud se lo permita, sin que ello implique que goce de privilegios, que no goza ningún otro condenado en la Argentina”, explicó.

En poco más de un mes el general Menéndez recibió dos condenas a prisión perpetua: el 24 de julio en Córdoba, el jueves en Tucumán. El Tribunal Oral Federal 1 que preside Jaime Díaz Gavier anunció el mismo día del fallo que los ocho condenados debían cumplir su pena en el penal de Bouwer, una cárcel moderna que dispone de un pabellón especial para miembros de fuerzas armadas y de seguridad. La Justicia tucumana, en cambio, difirió hasta el jueves próximo, cuando dé a conocer los fundamentos del fallo, la decisión sobre el lugar en el que deberán cumplir sus penas Menéndez y Bussi.

Pese a que en 2005 fue denunciado por violar su arresto domiciliario, que debía cumplir en un barrio cerrado de Pilar, Bussi aún goza de ese privilegio, ahora en su lujosa residencia ubicada en el country Yerba Buena. Si bien desde el primer día del juicio se esmeró en mostrarse como un anciano decrépito, cada vez que habló para desacreditar a la víctima o al fiscal mostró una energía admirable para sus 82 años.

Menéndez disfrutó del calor hogareño hasta el día en que fue condenado. Sus abogados ya apelaron la resolución del tribunal cordobés. Tal como solicitó el jueves la ministra de Defensa, Nilda Garré, ayer Díaz Gavier reclamó al presidente del Tribunal Oral Federal de Tucumán, Carlos Jiménez Montilla, que el anciano condenado no pase un solo día más en el ex Arsenal Miguel de Azcuénaga. “Nosotros hemos dictado una condena que lo obliga a estar en una cárcel común y eso es lo que debe suceder”, sostuvo. El ex jefe del Cuerpo III de Ejército tiene domicilio fijado en Córdoba, allí está radicada su familia y allí lo espera el grueso de los juicios que deberá afrontar durante el resto de sus días.