EL PAíS
El está “conforme” con el voto, ella “no terminó”
En reacciones diametralmente opuestas, el Presidente afirmó que sostener la Corte es ayudar a “los intereses de la Nación”, mientras que Elisa Carrió juró que “esta batalla no terminó” y recordó que todavía quedan “140 causales de juicio político”.
Con los argumentos de siempre, basados en la gobernabilidad y la defensa de los “intereses de la Nación”, Eduardo Duhalde festejó ayer el cierre del juicio político a la Corte Suprema. “Ayuda a sacar la incertidumbre”, argumentó, y luego reconoció que está “conforme” con que se haya cerrado el proceso al máximo tribunal. “Era necesario terminar con un conflicto latente entre poderes, era como tener a la máxima instancia judicial argentina permanentemente en el banquillo de los acusados”, argumentó. Mientras el Presidente disfrutaba de la resolución del Congreso, Sergio Acevedo (PJ-Grupo Talcahuano) y Elisa Carrió (ARI) cargaron contra los legisladores que votaron la clausura del proceso, y prometieron que la “batalla aún no terminó”.
En su inquietud por respetar la independencia de poderes, Duhalde dijo que no opinaría sobre la determinación de los diputados que rechazaron el tratamiento del juicio político: “No debo juzgar la decisión de los legisladores”, subrayó en su programa “Conversando con el Presidente”, que transmite todos los sábados. Sin embargo, lo cierto es que de alguna forma terminó opinando sobre la resolución de la Cámara baja. “Ayuda a sacar un factor de incertidumbre en un momento en que necesitamos la certidumbre”, conjeturó desde los micrófonos de Radio Nacional.
Luego se refirió a los temas pendientes de resolución que debe tratar la Corte. Y para eso sugirió cuál debería ser la decisión del máximo tribunal con respecto al corralito financiero y los amparos presentados en la Justicia: “Estoy convencido de que actuará con la mirada puesta en los intereses de la Nación, que son superiores a los particulares”, destacó. “Acá debe ponerse la mira en el bien común, así que vamos a seguir trabajando junto a los poderes del Estado en un momento de quiebra como en el que estamos”, agregó.
Finalmente, en relación a la decisión más polémica de su gestión, la pesificación de ahorros y créditos, Duhalde negó que la Corte pudiera volver atrás con esa medida. “Sería poner nuevamente al volcán en erupción”, dijo con la metáfora que tanto le gusta usar para hablar de la crisis. “Es imposible imaginar lo que ocurriría y la Corte ve esa posibilidad”, amenazó. “Hoy los ahorristas han recuperado mucho el poder adquisitivo que tenían el año pasado”, agregó después, aunque pareció no tener en cuenta los efectos de la devaluación. En efecto, el Gobierno se muestra entusiasmado por el “veranito”, como llama a la estabilidad del dólar y la posibilidad de acordar con el FMI, entre otros.
Mientras el Ejecutivo se esperanza con esos índices, los diputados que impulsaron el juicio político de la Corte Suprema no se resignan a que todo haya terminado. El santacruceño Acevedo, por ejemplo, que amenazó con romper el bloque justicialista en Diputados, resaltó que a pesar de que no se haya logrado aprobar el juicio, “existe una fuerte condena moral y política”. “Quedó claro en el debate que los defensores de la Corte no pudieron enhebrar un solo cargo o hecho”, afirmó el diputado.
A su turno, la líder del ARI, Elisa Carrió, remarcó que no está todo dicho en el caso. “Falta investigar 140 causales” contra el presidente del cuerpo, Julio Nazareno, subrayó la diputada. Y luego culpó a los diputados que archivaron el juicio de realizar un “acto criminal para garantizar la impunidad”. Sin embargo, para Carrió aún hay esperanza. “La batalla no termina aquí”, remarcó. “La acusación a Nazareno fue por 143 votos, faltaron sólo 13 votos para lograr los dos tercios. Si todos hubieran ayudado más, si algunas personas en la calle hubieran presionado más a los legisladores que iban a encubrir a la Corte, este juicio era posible. Estas son las cosas que suceden cuando la indiferencia, cuando el desánimo nos gana a todos”, agregó.