EL PAíS
Aunque dice que va por adentro, el Adolfo prepara el afuera
Es difícil que se cumplan las condiciones que espera, pero el candidato puntano sigue afirmando que competirá en la interna del PJ “para sumarlo a su frente”. De todos modos, ya está todo en marcha para ir por afuera.
Sus dichos podrían confundir a más de uno. Pero lo que a simple vista parece contradicción es, en realidad, una táctica estudiada. “Voy por dentro del Partido Justicialista”, dijo Adolfo Rodríguez Saá el viernes, mientras marchaba con los piqueteros para exigir la libertad de Raúl Castells. Ese mismo día, sus allegados inscribieron ante la Justicia el Movimiento Popular, que abarca a todas las fuerzas políticas que apoyan su candidatura. Luego de hacer el trámite, el apoderado del movimiento, José Luis Cora Galarce, aseguró que “con esto (Rodríguez Saá) dice no a la interna justicialista”. La confusión envolvió entonces la figura del puntano: ¿va por dentro o va por fuera? La respuesta fue confiada a Página/12 por un asesor de máxima confianza del candidato: “Vamos a pelear la interna con todas las ganas, pero sólo si sabemos que tenemos una buena representación adentro (de la junta electoral del PJ)”.
En concreto, la idea de los adolfistas es presionar al menemismo –que controla al Consejo Nacional del PJ– y al duhaldismo, que domina el congreso partidario, para demostrar que quieren “pelear todo”. Es decir, que están dispuestos a competir en la interna del 15 de diciembre si se aseguran ciertas condiciones que garanticen la transparencia del comicio: para empezar, que se modifique la composición de la junta electoral del PJ, compuesta por 13 miembros, con 8 que obedecen a Carlos Menem. La apuesta es casi imposible, ya que el riojano no querrá perder el control del órgano partidario que será clave en la interna.
De todas formas, Rodríguez Saá debe hacer la apuesta para mostrarse “peronista” y no perder los votos de “la camiseta”, aquellos que siguen la tradición más allá de los nombres. Además, los intendentes que lo apoyan (Raúl Othacehé de Merlo y Aldo Rico de San Miguel, entre otros) preferirían competir por dentro del PJ, al igual que los líderes cegetistas Hugo Moyano y Juan Manuel Palacios. Así lo explicó el jefe de campaña de Rodríguez Saá, Luis Lusquiños, quien aseguró que “en calidad de afiliados justicialistas e ideológicamente peronistas, vamos a dar la lucha interna y, si ganamos, vamos a incorporar al PJ en este frente electoral”.
Esa declaración de Lusquiños forma parte de la estrategia adolfista para retener el voto peronista tradicional. Sin embargo, como se dijo, no es seguro que el puntano decida competir en la interna: como dejó en claro, otra vez, el mismo Lusquiños: “Si se juega con transparencia, con juntas electorales representativas, no habrá problema”, condicionó, el viernes, el histórico operador del “Adolfo”. “Hoy no están dadas esas condiciones”, agregó. La cuestión no está resuelta, porque en el entorno de Rodríguez Saá aún discuten si conviene presentarse a la interna, sobre todo si Menem sigue manejando la junta electoral. Algunos prefieren no correr el riesgo de perder y desgastar la fórmula.
Entonces, más allá de las declaraciones, en el entorno de Rodríguez Saá no descartan competir directamente en las elecciones generales. Previendo eso, inscribieron en la Justicia electoral al Movimiento Popular, y también anotaron al partido Unión Popular, por el cual se postulará el ex gobernador de San Luis. “No queremos entrar a la interna sabiendo que nos van a matar”, explicó a Página/12 un asesor de estrecha confianza del puntano. Lo mismo aclaró Cora Galarce, apoderado legal del “adolfismo”, quien advirtió que “lo más sabio es presentarse por el Movimiento Popular”. Y luego reveló cuál es el dilema que desvela al fugaz ex presidente que quiere volver a serlo. “No quiere que después lo acusen de que se fue del partido o de que es un traidor, él quiere al PJ pero no va a participar de una votación que de antemano sabe que será fraudulenta.”
Rodríguez Saá anunciará su decisión el 22 de octubre próximo, en un plenario de su fuerza, en el que informará cuál será el candidato a vicepresidente que lo acompañará en la fórmula. Tres días después, el 25 de octubre, vence la presentación de alianzas y candidatos, por lo que no habrá tiempo para dilaciones ni suspensos.