Luego de tres años de prisión fueron liberados los presos de Las Heras. Juan Pablo Bilbao, Darío Catrihuala, Inocencio Cortez, Alexis Peres, Humberto González y José Enrique Rosales siguen acusados por el homicidio del policía Jorge Sayago, ocurrido el 7 de febrero de 2006 en medio de una revuelta de trabajadores petroleros en el marco de un conflicto salarial. Aunque el juicio oral fue anulado por “fallas en la instrucción” de la causa, los seis continúan imputados hasta que la Justicia revise el caso. Algunos de los liberados adelantaron que se presentarán a declarar en la causa por las supuestas torturas que sufrieron durante su detención, en la que ya hay policías procesados.

Uno era comerciante, otro trabajador municipal, otros dos petroleros y uno más empleado de seguridad. El viernes pasado hubo movilizaciones en Las Heras, convocadas por la Comisión de Familiares en Lucha y delegaciones sociales, políticas y de derechos humanos que viajaron desde Buenos Aires. “En varias oportunidades he dicho que eran perejiles”, manifestó Víctor Alvarez, el tío de Sayago.

Durante el tiempo que estuvieron detenidos, la jueza Graciela Ruata de Leone les concedió el arresto domiciliario, pero seis meses después los volvió a encarcelar aduciendo “riesgo de fuga”. En la causa paralela por las torturas que sufrieron consta que durante los traslados del día de su detención fueron sacados de las camionetas policiales en marcha y los golpearon, según testimoniaron en la causa. “Todavía no caigo, cuesta empezar otra vez, buscar trabajo, estoy cansado y ahora sólo quiero estar con mi familia”, dijo a Página/12 Darío Catrihuala luego de la liberación. La medida fue determinada por la Cámara del Crimen de Caleta Olivia por la “finalización del plazo de la prisión preventiva”, que en realidad había superado los 2 años que establecen los tratados internacionales porque la anterior jueza del caso planteó la necesidad de una prórroga por la complejidad del caso. “En diciembre pedimos la nulidad de la elevación a juicio por falta de una concreta imputación y descripción de los hechos, nadie se puede defender de algo indefinido, la requisitoria fiscal no tenía fundamento, y cuando la Cámara nos hizo lugar el caso volvió a primera instancia, pero ahora va a un juzgado nuevo creado en Las Heras”, explicó a Página/12 Marcelo Fernández, abogado de Peres y de Cortez. La Cámara les otorgó la libertad bajo caución y todos sus requerimientos, tales como presentarse cada lunes en el juzgado penal Las Heras.

A fines de 2005 los trabajadores desocupados salieron a la ruta para exigir el cumplimiento de la promesa de Repsol-YPF de otorgar 146 puestos de trabajo. En este contexto, los petroleros de Las Heras expresaron sus diferencias con la conducción del sindicato y comenzaron a cortar las rutas provinciales. Al reclamo contra el impuesto a las ganancias se sumó el del encuadre sindical y mejoras en las condiciones de trabajo. El delegado sindical Mario Navarro fue detenido y otros delegados acudieron a la alcaidía para liberarlo. Allí se originó una batahola en la que cayó muerto el policía Sayago.