El ex presidente Carlos Menem tiene doble cita en Tribunales: será indagado el lunes próximo, en los tribunales federales de Comodoro Py 2002, en dos causas distintas por presuntos delitos cometidos durante su gestión. Aunque el ex presidente le aventuró a su ex ministro Domingo Cavallo que se iba a “cansar de recorrer los pasillos” de Tribunales, este año le tocará sufrir en carne propia el vaticinio.

En primer término, el juez federal Ariel Lijo le tomará declaración indagatoria como acusado de haber ordenado “obstruir la pista siria” en la investigación por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA). Es en el marco de la investigación sobre las irregularidades cometidas en el caso AMIA, en la que también están imputados el ex juez federal Juan José Galeano, el ex jefe de la SIDE Hugo Anzorreguy y el ex comisario Jorge “Fino” Palacios.

Lijo los acusa, entre otras cosas, de demorar medidas y destruir grabaciones telefónicas para proteger al empresario textil Alberto Kanoore Edul. La citación de Lijo responde a un pedido realizado por el fiscal general Alberto Nisman, quien, entre otras cosas, probó que el padre de Kanoore Edul se reunió con Menem en la Casa Rosada al mismo tiempo que la Justicia allanaba la vivienda de su hijo.

Tras esa declaración, Menem deberá subir del tercer al cuarto piso de Comodoro Py 2002, donde el juez federal Sergio Torres lo interrogará, en calidad de sospechoso, por la autorización de venta, presuntamente a “precio vil”, del predio ferial de Palermo a la Sociedad Rural Argentina (SRA), en 1991, una causa en la que también será indagado Cavallo.

En el expediente además están involucrados tasadores del Banco Ciudad y del Hipotecario, quienes fijaron para el inmueble un precio de 30 millones de dólares cuando el piso de venta, de acuerdo con las tasaciones oficiales, debió haber superado los 130 millones de dólares.

Menem y Cavallo ya evitaron declarar ante Torres con diversas argucias. El abogado de Menem, Pedro Baldi, evitó que su defendido se presentara en diciembre argumentado que tenía “problemas de agenda”. En diciembre, Cavallo tampoco pudo ser localizado en el domicilio registrado en el expediente y debieron rastrearlo.

Fuentes judiciales anticiparon que, en caso de que el ex jefe del Estado optase por no concurrir (como ya lo hizo en otra oportunidad), Lijo pediría a la Cámara alta el desafuero del senador riojano para obligarlo a concurrir a los tribunales de Retiro. Todo esto ocurre mientras se sustancia el juicio por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador, acaso el mayor de los escándalos ocurridos durante su administración, proceso que también lo tiene como acusado.