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Hugo Moyano vivió ayer un día a puro vértigo, en el que abundaron las versiones contradictorias y no faltó el misterio. El secretario general de la CGT tenía previsto asistir a un encuentro en el que se presentaría una nueva corriente política del sindicalismo peronista. El lanzamiento se produjo pero Moyano decidió no asistir a último momento. El camionero entendió que su presencia en ese acto iba a ser interpretada como un aval a una eventual candidatura en 2011 (se habla de una postulación a gobernador bonaerense), una posibilidad que nunca desmintió y que anoche, en diálogo con Página/12, no negó pero tampoco confirmó. Esos movimientos se sumaban a una frase sobre las chances de Eduardo Duhalde para ser candidato presidencial: “Es un candidato que puede ser bueno, pero no sé si será el mejor”, había dicho. Todo eso impulsó lecturas sobre un incipiente distanciamiento de Moyano respecto del matrimonio presidencial. La jornada se completó con una versión muy difundida sobre una reunión fuera de agenda con CFK en la quinta de Olivos. En la CGT dieron por cierta esa reunión, aunque el propio Moyano la negó ante una consulta de este diario. “No estuve ¿Por qué voy a ocultar si hubiera estado con la Presidenta?”, fue su respuesta.

Moyano comenzó su día con una visita al salón Palais Rouge, en Palermo, donde el sindicato de televisión (SAT) realizaba su asamblea general de delegados. Allí coincidió con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Entonces le preguntaron por una eventual candidatura de Duhalde, una hipótesis que había lanzado el santafesino Carlos Reutemann. Moyano también fue consultado por el acto que se realizaría horas más tarde. Entonces negó que buscara instalar su candidatura a gobernador. “No, para nada”, minimizó. Pero Tomada opinó otra cosa. Dijo que la postulación de Moyano a un cargo electivo “no era una novedad”. “Argentina siempre ha tenido en sus períodos democráticos legisladores o gobernadores que responden a ese origen sindical, como a distintos partidos”, dijo.

Antes de irse, Moyano bromeó sobre las versiones que lo indican como uno de los probables candidatos a gobernador en 2011. “Primero fui candidato a presidente de Independiente, después a que los Gordos me desalojen de la CGT; luego a Presidente y ahora a gobernador”, comentó entre risas. Se suponía que su agenda seguía en la calle Bogotá al 800, Caballito, donde unos cien sindicatos de la CGT iban a realizar un plenario para conformar una nueva corriente política del sindicalismo peronista.

En la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera (Usimra) se encontraban más de 80 gremios representados cuando Moyano avisó que no iba a ser de la partida. La reunión comenzó de todas formas y el temario se discutió tal como había sido preparado. Los asistentes acordaron un nuevo encuentro para el 18 de septiembre en Mar del Plata (la patria chica de Moyano, donde comenzó a hacer política y a involucrarse con la actividad gremial). También se conformaron diez áreas de discusión en las que se deberá debatir siguiendo tres ejes: diagnóstico, pronóstico y la enumeración de medidas de corto y largo plazo. Los asistentes reconocieron que el objetivo es preparar un programa de gobierno, consolidar un proyecto y, no mucho después, definir la candidatura que lo mejor represente.

“Queremos conformar una corriente política del sindicalismo para discutir todos los problemas que tiene el país. Y no descartamos una candidatura, aunque en ningún momento hemos manifestado eso hasta ahora, porque una corriente tiene que encarnarse en una candidatura, en alguien. Pero primero vamos a discutir contenidos”, afirmó a Página/12 Juan Carlos Schmidt, secretario general de Dragado y Balizamiento. “Moyano es un líder popular. Si ese liderazgo de Moyano después se transforma en otro tipo de rol institucional, lo veremos con el tiempo”, subrayó Plaini. Plaini y Schmidt son dos de los hombres más cercanos a Moyano junto con Omar Viviani (taxistas) y Julio Piumato (judiciales). Los cuatro están impulsando con ganas la creación de la nueva corriente.

El encuentro en la sede de Usimra reunió finalmente a 87 sindicatos sobre una convocatoria inicial de cien. Algunos se sorprendieron por la ausencia de Moyano, pero el camionero no tardó en excusarse. Dijo que le había surgido un compromiso de último momento al que no podía faltar. En ese momento comenzó a circular la versión de que Moyano había sido convocado por la Presidenta a la residencia de Olivos. La reunión, supuestamente, era para conversar sobre el proyecto de ley de Riesgos del Trabajo (ART) que están debatiendo el Gobierno, los empleadores y la CGT. En el consejo directivo de la central de Azopardo se hicieron eco de esa noticia y la tomaron como un hecho. Varias horas después de ese supuesto encuentro entre Moyano y CFK, Página/12 logró ubicar al secretario general de la CGT.

–¿Se reunió con la Presidenta? –preguntó este diario.

–No estuve, no. Para nada. No sé de dónde salió eso. Si la ley de ART ya la tratamos hace diez días con el ministerio de Trabajo. En esa reunión también estaba el presidente de la UIA, estaba (José Ignacio) De Mendiguren, estaba yo. Allí acordamos reactivar la comisión consultiva prevista por la ley. Se dicen tantos disparates.

–Le sorprende la repercusión que están teniendo las versiones sobre una eventual candidatura suya en 2011?

–¿Quiere que le diga la verdad? A mí me sorprende. Me han llamado 200 mil personas de todo el país. Se lo juro. Me han llamado intendentes, muchos muchachos que participan de política. Es cierto, la verdad. Pero todavía no hemos decidido nada. Fue muy claro (Juan Carlos) Schmidt cuando dijo que estamos construyendo un espacio para debatir los temas del país. En ningún momento se habló de candidaturas, aunque se reconozca el liderazgo de Moyano.

–¿Cuál es su opinión sobre una candidatura presidencial de Duhalde?

–No es el mejor candidato. Es un candidato más si está dispuesto a serlo. Andan diciendo por ahí que yo apoyo la candidatura de Duhalde, pero en ningún momento lo dije.

–¿Qué piensa de lo que dijo Reutemann sobre Duhalde?

–Reutemann habla tan poco que cuando dice algo nadie lo entiende. Yo no lo entendí, así que no puedo emitir ninguna opinión.