“Estamos construyendo el país más igualitario de América latina”, aseguró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante el acto por el Día de la Bandera, que encabezó en el histórico Monumento Nacional de la ciudad de Rosario. La mandataria –que asistió a la ceremonia por primera vez como autoridad del Ejecutivo nacional– destacó que en ocasiones se deben “tomar decisiones que molestan a los que más tienen” y se consideró “inquebrantable” en sus convicciones. En el mismo sentido, instó una vez más a “profundizar el modelo”, y prometió que “jamás” va a traicionar los intereses del pueblo.

Los argentinos “debemos estar orgullosos” por haber enfrentado la crisis internacional “sin recetas de afuera, aplicando lo que nos ha hecho grandes en la historia, como el trabajo, el esfuerzo, la producción y el compromiso con los interesas nacionales”, puntualizó Fernández de Kirchner, en uno de los pasajes de su discurso en el acto central realizado ayer.

A las 8.30, el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, y el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, izaron la bandera en el mástil mayor del Monumento y después se dirigieron al cercano Consejo Municipal para desayunar con medialunas. La Presidenta llegó en el avión Tango 01 pasadas las 11.15 al aeropuerto de Fisherton, y desde allí se dirigió junto a su comitiva a Parque de España, donde inauguró las obras de remodelación que fueron financiadas por el Gobierno, con una inversión superior a los 50 millones de pesos.

Ante una multitud que se había congregado en torno del Monumento, a orillas del río Paraná, en una jornada soleada pero con un intenso frío, CFK llamó a “profundizar el modelo” que lleva adelante el gobierno nacional y destacó que bajo el kirchnerismo “se logró el reconocimiento político y económico más importante de los últimos 200 años”. En ese sentido, afirmó que “estamos construyendo el país más igualitario de América latina, pero –reconoció también– aún faltan cosas por hacer”. “Tengan la certeza de que soy inquebrantable en mi convicción. Jamás voy a traicionar los intereses del pueblo y de mi Nación”, aseguró Fernández de Kirchner, acompañada por casi todo su gabinete.

“Muchas veces, cuando hay que tocar intereses poderosos para hacer cosas, hay que tomar decisiones que molestan a los que más tienen”, advirtió la Presidenta. Y llamó a los políticos y legisladores a que se “jueguen junto al pueblo” como lo hizo Manuel Belgrano. Fernández de Kirchner resaltó la figura de Belgrano como “un combatiente de la libertad e igualdad entre los argentinos” y como otro “Padre de la Patria”, no sólo “como el creador de nuestra bandera”. “Tenemos un compromiso con todos de devolver parte de los que nos han dado, por eso este 20 de junio del Bicentenario quería estar con ustedes”, enfatizó ante el público que asistió a la conmemoración del 190º aniversario de la muerte del prócer.

Antes de que hablara CFK hablaron Binner y Lifschitz, socialistas, quienes le solicitaron a la Presidenta que a partir de 2011 el feriado por el Día de la Bandera sea declarado por el Parlamento “inamovible” en todo el país, en atención a su importancia para la provincia de Santa Fe y para toda la Nación.