El dirigente neonazi Alejandro Biondini encontró finalmente la forma de obtener el respaldo partidario necesario para presentarse como candidato a presidente con miras al 2011. Tras veinte años de intentar sin éxito que su agrupación sea legalizada por la Justicia como un partido político, mañana a las 16, tres agrupaciones identificadas con el ultranacionalismo anunciarán una fusión en un único partido, y “le pedirán” a Biondini que encabece la principal candidatura con la pretensión de participar en las primarias del año que viene.

El anuncio, calificado por los organizadores de “histórico”, será en el salón principal de la denominada Casa Patria, sede de cónclaves y seminarios nacionalistas en esta ciudad. Allí, Biondini cobijará bajo el ala de su águila imperial a los representantes del Movimiento por la Dignidad y la Independencia (Modin), encabezado por el dirigente José Alejandro Bonacci; del partido Campo Popular, representado por el abogado Enrique Piragini, y de Alternativa Social, liderado por el ruralista Mario Puértolas. El acuerdo de unidad anunciado será un intento más del führer local por obtener la estructura legal y la personería jurídica que le posibiliten presentarse a elecciones a nivel nacional. Con la probable denominación de Campo Popular, los nacionalistas también darán a conocer algunos de los puntos programáticos de su propuesta, y no descartan que en los próximos días los apoyen “otros partidos distritales y nacionales”.

No es la primera vez que Biondini intenta maquillar el ideario nazi de su partido Nuevo Triunfo (PNT) con supuestas alianzas. Cada vez que quiso convertirse en candidato por las suyas, la Justicia electoral bloqueó sus aspiraciones por los símbolos y prácticas reivindicatorios del Tercer Reich de su declaración de principios y de su carta orgánica. Sin embargo, en ocasiones logró competir con alianzas, como la que armó en 2005 con el frente Acción Ciudadana y que llevaba como primer candidato a diputado al comisario retirado de la Policía Federal Jorge Colotto, quien fuera íntimo colaborador de uno de los organizadores de la Triple A, Alberto Villar. En las últimas elecciones, su hijo, Alejandro César, fue uno de los referentes de Alternativa Social, con magros resultados. Desde su entorno, se encargan de aclarar que el PNT “está proscrito”, y que por eso el mismo Biondini lo disolvió y ya forma parte de su pasado.

En tanto, los encargados de pedirle al Kalki –como le gusta a Biondini que lo llamen– que sea el nuevo “Candidato Presidencial Nacionalista” cargan sus propias historias particulares. El referente del Modin, José Bonacci, además de haber sido candidato a diputado nacional, cobró relevancia cuando se postuló para una concejalía con un sublema “trucho” cuya boleta emulaba las siglas del “ARI” sin tener ninguna relación con el partido liderado por Elisa Carrió. Hoy forma parte de una ONG rosarina denominada Comunidad Solidaria Libertad, presidida por su esposa, Beatriz Brouwer, bajo el cual regentean radios, una de las cuales compite por obtener una licencia de amplitud modulada, y de manera curiosa, se posicionó primera en el orden de mérito para ganar el concurso. El hoy ruralista y representante de Alternativa Social, Mario Alberto Puértolas, fue secretario general de Acción Ciudadana en 2005. Estuvo entre los principales promotores de la campaña que exigió la libertad del coronel Mohamed Alí Seineldín y desde principios de los ’90 se dedica a la ganadería, siendo dueño de un campo en la localidad bonaerense de San Vicente. Desde el atrio de Casa Patria participó de seminarios, donde unas treinta personas lo escucharon fustigar la política agraria del Gobierno. Mención aparte merece el líder de Campo Popular. Enrique Piragini no es conocido tanto por su militancia como por su vocación denunciadora. Habitual acusador de funcionarios públicos, acumuló más de cien causas en tiempo record. Enrique Albistur, Ricardo Jaime, Romina Piccolotti, los DNU del Bicentenario son sólo algunos ejemplos. Fue denunciado, en su momento, por el juez federal Claudio Bonadío por la “liviandad” de sus presentaciones, “en su mayoría un ‘corte y pega’ de medios periodísticos, sin mayor elaboración o conocimiento”. A la hora de demarcar los temas de las denuncias, Piragini no discrimina: salud, ecología, historia, derechos humanos, corrupción. Entre las más curiosas están las de haber denunciado a la diputada Diana Conti por “stalinista”, al reino de España por la matanza de los indígenas, a la familia de Diego Maradona por “abandono de persona”, y al presidente de la FIFA, Joseph Blatter, por “amenazas coactivas” en contra del futbolista Carlos Tevez. Piragini fue además abogado defensor del ciudadano chino acusado de piromaníaco, y lideró la agrupación “Menem Vuelve” que pugnaba por el retorno del ex presidente desde Chile donde se encontraba exiliado ante la avanzada judicial en su contra. Pero Piragini también está denunciado: defraudación, estafas, coacción, amenazas y falsificación de documento son algunos de los delitos que se le imputan al denunciador compulsivo.

Informe: Gabriel Morini.