Los estudiantes secundarios porteños que mantienen tomados más de veinte colegios evaluaron ayer distintas estrategias ante el desgaste de la ocupación que llevan adelante hace varias semanas, pese a que aún no recibieron respuestas a sus reclamos de obras en escuelas. La Coordinadora Unificada de Estudiantes Secundarios (CUES) organizó una asamblea en el Nacional 17 donde los estudiantes discutieron la situación de cada establecimiento y elaboraron un plan de lucha para la próxima semana.

El encuentro estuvo marcado por la disparidad de posturas y los estudiantes se limitaron a coordinar las posiciones “dentro de un discurso coherente”. Muchos de los oradores destacaron la necesidad de contemplar la cantidad de días de clase perdidos. “Si bien no conseguimos lo que habíamos pedido, vamos a levantar la toma para volver a clases y darnos un poco de respiro”, explicó Ornella Cottone, del Carlos Pellegrini. De la veintena de escuelas que permanecen ocupadas (algunas de ellas desde el 12 de agosto), varias presentan tomas “clásicas” –sin dictado de clases– mientras que en otras la ocupación es apenas simbólica.

La asamblea comenzó a las 20, luego de la marcha por el aniversario de la desaparición de Julio López. Allí comenzaron a escucharse algunas voces que pedían cierta moderación a pesar de la falta de respuestas. “Ayer (por el viernes) tuvimos una reunión con docentes en la que decidimos que vamos a seguir tomando sólo hasta el lunes”, detalló Juan Fortunato, del Mariano Moreno. El Normal 5 también estaría estudiando un levantamiento provisional de la medida. Sin embargo, no todos piensan en cambiar de estrategia. Fernando Ramal, del Centro de Estudiantes del Normal 1, aseguró que en su colegio “seguramente seguirá la toma”.