En la primera reacción oficial luego del triunfo de José Manuel de la Sota en Córdoba, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, enfatizó que la “formación justicialista” del Gobierno hace que estén “al lado” del electo mandatario cordobés, a quien le advirtió que en la administración de Cristina Kirchner no tienen “ningún objetivo de dividir a nadie”. Además, afirmó que “los municipios que participaban del Frente para la Victoria jugaron con pata y todo para que el resultado fuera el que estamos viendo en este momento”, dijo que le alegra “muchísimo” el triunfo de su “amigo personal”, y negó que el futuro gobernador le haya advertido al kirchnerismo que cuenten con él para “unir, no para dividir” en su discurso de anoche. “No dijo a la Nación, De la Sota dijo que cuenten con Córdoba para construir y no para dividir, y yo le diría lo mismo exactamente desde este lado, porque nosotros no tenemos ningún objetivo de dividir a nadie”, expresó.

En la misma dirección, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, felicitó a De la Sota, a la vez que afirmó que es un “análisis forzado y malintencionado” el que lo considera como una victoria “antikirchnerista”. El jefe de la cartera política agregó: “Venimos diciendo que en todas las elecciones provinciales hay un común denominador, que es que han ganado los oficialismos, con una diferencia en Catamarca, donde se ha derrotado al frente que gobernaba”. Aunque advirtió que el Frente para la Victoria “no se presentó con fórmula para gobernador”, dijo que “ha tenido una muy buena elección” en otros cargos que se definieron el domingo en Córdoba, como diputados provinciales e intendencias.

El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, cuestionó que se quiera ubicar De la Sota como “contracara” del gobierno nacional cuando, según planteó, pretende “articular” con la gestión kirchnerista sobre diversos temas. Scioli, además, afirmó que De la Sota se impuso a Luis Juez y al radical Oscar Aguad porque realizó una campaña “con mucho contenido” y “con un tono y una propuesta amigable”, ya que “eludió todos los flancos de conflicto” con los otros candidatos y “habló de progreso y de educación orientada a la producción”.