EL PAíS › POLéMICA ENTRE LA PRESIDENTA Y DELEGADOS DEL SUBTE

La tendinitis que alteró los ánimos

Por la mañana el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, había considerado “desopilante” el reclamo. Después fue la presidenta Cristina Kirchner quien habló del tema. Durante el anuncio por cadena nacional del aumento en las asignaciones familiares, hizo un aparte para comentar: “Mi viejo laburaba todos los días cortando los boletos del colectivo y nunca tuvo tendinitis”. Se refería a la medida de fuerza tomada por los trabajadores del subte, que durante dos días no recargaron las tarjetas SUBE ni Monedero con el argumento de que esa tarea les provoca tendinitis.

Después del rebote que tuvo el cuestionamiento presidencial, los delegados salieron a aclarar que lo que quieren es que las terminales del nuevo sistema de boleto electrónico, que fueron instaladas a unos 20 centímetros por encima de la cabeza de los boleteros, sean cambiadas de lugar. Además, plantean que la concesionaria Metrovías debe tomar más personal.

En su crítica a la medida gremial, la mandataria pidió pensar “un minuto no sólo en nosotros mismos o en posicionamientos personales”, y calificó la medida de “actitud egoísta”. “Mi viejo laburaba todos los días cortando los boletos y nunca tuvo tendinitis. Lo que pasa es que era más difícil hacerse el revolucionario porque no había gobiernos democráticos.”

El sindicato que está haciendo el reclamo es la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro, gremio creado por el cuerpo de delegados de Metrovías luego de escindirse de la cegetista Unión Tranviarios Automotor. La Agtsp tiene un cuerpo de delegados en el que conviven sectores de izquierda, kirchneristas y apartidarios. Aunque ayer algunos delegados admitían que el de la tendinitis no había sido un argumento muy feliz, la Asociación salió a defender su medida.

“Es cierto que tenemos unos 30 compañeros con tendinitis, aunque ése no es el verdadero reclamo; lo que estamos pidiendo es que mejoren las condiciones de trabajo”, señaló Néstor Segovia. “El trabajo se incrementó mucho, antes vendíamos un promedio de 300 a 600 pesos de SUBE y ahora no baja de 400 mil pesos por turno. Lo que le decimos a la empresa es que tome personal porque no damos abasto, ahora vendemos no sólo para el subte sino para trescientas líneas de colectivo y el tren. Estamos a favor de la SUBE, pero tiene que haber más personal y las máquinas, en lugar de estar a 20 centímetros sobre nuestras cabezas, tienen que estar a la altura del mostrador. No pedimos plata sino condiciones de trabajo”, agregó Segovia, integrante del sector que ganó la interna del sindicato e impulsó su entrada a la Central de Trabajadores Argentinos, en la línea de Hugo Yasky. Desde la izquierda del gremio, el delegado Claudio Delacarbonara señaló que “el Gobierno intentó ridiculizar el reclamo, porque la tendinitis nunca fue el eje del problema, sino un aspecto dentro de una denuncia mucho más amplia sobre las condiciones de trabajo”.

Metrovías aseguró a través de sus voceros que la carga de las tarjetas electrónicas “es una obligación acordada y firmada en el convenio colectivo de trabajo” y negó que haya habido “un aumento en los casos de lesiones”. El sindicato, la concesionaria y la Secretaría de Transporte fueron citadas a una reunión el próximo 20, en el Ministerio de Trabajo.

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