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Néstor Kirchner anunciará hoy desde Río Gallegos la integración de su gabinete, con lo que develará una de las principales incógnitas de la escena política luego de que su elección como presidente se convirtiera en un hecho. Kirchner ayer recibió a su ex jefe de campaña y el muy probable nuevo jefe de Gabinete, Alberto Fernández, mientras que por la noche llegó el vicepresidente Daniel Scioli, quien lo acompañará en el anuncio. Con ellos terminará de pulir el armado de su equipo de gobierno en el que aún quedan interrogantes como quiénes ocuparán las carteras de Defensa y Relaciones Exteriores. Habrá sólo nombres, las medidas quedarán íntegras para el discurso del domingo. “Paso a paso”, parafraseó Kirchner a Mostaza Merlo.
Iba a ser en Buenos Aires el miércoles, finalmente será en Santa Cruz el martes. Las razones de las idas y venidas no quedaron claras, pero Kirchner apareció en la conferencia de prensa de anoche de buen humor. “Los veo tan entusiasmados a todos ustedes acá en Río Gallegos que me parece que me han convencido y lo vamos a anunciar acá”, bromeó con los enviados de los medios nacionales. En el entorno presidencial era difícil conseguir detalles sobre los lugares que todavía faltaban completar. “Ustedes no conocen a Kirchner: él puede consultarte pero no te anticipa cuál será su decisión”, respondía un dirigente que trabaja con el presidente electo desde hace tiempo.
Alberto Fernández llegó el domingo a la noche y ayer pasó el día en la residencia del gobernador. En la casa de paredes anaranjadas, el presidente electo se reunió con los mismos de todos los días en su estancia en la provincia: su mujer, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, el diputado Sergio Acevedo, el ministro de Gobierno de la provincia, Julio De Vido, y quien quedó como gobernador a cargo, el presidente de la Legislatura, Héctor Icazuriaga. Ellos conforman el puñado de personas de su entorno que suelen acompañar al presidente electo en los momentos en que hay que tomar decisiones.
Por lo que sabe, el gabinete estará conformado por Roberto Lavagna en Economía, Daniel Filmus en Educación, Ginés González García en Salud, Aníbal Fernández en Trabajo, Alicia Kirchner en Desarrollo Social, Eduardo Fellner o Daniel Gallo en Interior, De Vido en Obras Públicas o Producción y Daniel Varizat en la SIDE. En Cancillería, en cambio, estaban en baja los rumores que daban con posibilidades a Jorge Taiana y parecía más cerca el embajador Abel Posse. En Defensa, había más silencio. José Pampuro, Juan Carlos Mazzón y Gustavo Beliz sonaban como muy posibles funcionarios de la nueva administración. Igual, no hay que olvidar que la semana pasada Kirchner prometió sorpresas.
El presidente electo adelantó que los elegidos no estarán hoy en Santa Cruz. “No vamos a hacer turismo”, respondió. Pero hubo que insistirle si no habría ningún ministro con él, ya que Alberto Fernández se quedó en la provincia. “Creo que no”, dijo, haciéndose el misterioso. Pero Fernández, quien fuera el jefe de su campaña electoral, es uno de los seguros: en caso de que no vaya a la Jefatura de Gabinete, quedaría en la Secretaría General de la Presidencia. Aunque hay una gran diferencia de funciones entre uno y otro cargo, quien los ocupa debe contar con el requisito de poseer la confianza del presidente electo, una virtud que Kirchner no deposita con facilidad.
Minutos antes de la rueda de prensa, Kirchner firmó en su despacho la renuncia a la gobernación de Santa Cruz, con las cámaras de la televisión local como testigo. Aprovechó para aclarar que no está acostumbrado a “renunciar a nada”. “Siempre di la batalla”, insistió. Kirchner sabe que hay sectores del establishment que le auguran un período corto comopresidente, por lo que cada vez que puede le gusta decir que no es Fernando de la Rúa y que no abandonará el cargo para el que fue elegido. “Ojalá que no me la acepten”, bromeaba sobre su renuncia a la gobernación. La decisión será tratada esta semana por la Legislatura provincial.
El candidato a sucederlo en la provincia será Sergio Acevedo, y la fecha de las elecciones quedó fijada para el 14 de septiembre. Es decir, el mismo día que eligió Felipe Solá para los comicios bonaerenses y Aníbal Ibarra para el ballottage en la Ciudad de Buenos Aires. La movida tendría como objetivo afianzar la línea “progre” que los tres dirigentes -Kirchner, Solá e Ibarra– quieren anudar de cara al futuro.
Para más, el compañero de fórmula para la reelección de Ibarra, Daniel Filmus, será ministro de la nueva gestión. Ayer se rumoreó que otro de los hombres de mayor cercanía con el jefe de Gobierno porteño, el presidente del Banco Ciudad, Roberto Feletti, podría pasar al Banco Nación. En el mismo esquema, Kirchner les dará cargos a Beliz y a Rafael Bielsa, con lo que despejaría el camino de Ibarra quitándole a dos potenciales rivales en su pelea de fondo con Mauricio Macri.
Y hablando de peleas, una de las versiones que salieron ayer de las cercanías del Presidente hablaba de alguna divergencia entre Kirchner y Lavagna sobre la forma en que se estaba presentado el Plan de Obras Públicas de la futura gestión. Es que mientras Kirchner viene buscando bajar las expectativas sobre el asunto –ahora dice que en una primera etapa se harán obras pequeñas, sin grandes inversiones– en Economía salen versiones de miles de millones. “No pasa nada, estamos muy contentos y todos seguimos amigos”, desmentía un vocero.