Hugo Moyano comprometió la presencia del gremio de camioneros en la movilización que la CTA opositora prepara para el 11 de octubre, aunque “por ahora” desistió de plegarse al paro con que esa central sindical completará la jornada de protesta. El acuerdo se selló tras la visita que el camionero realizó –junto a otros sindicalistas alineados con su CGT– al dirigente estatal y secretario general de la CTA, Pablo Micheli. “Fue una reunión muy positiva. Es el comienzo de una relación que se va a profundizar”, sostuvo Moyano, quien auguró que en un futuro cercano “seguramente va a haber más coincidencias para tomar medidas que tengan como objetivo reclamar con firmeza esa respuesta que no tenemos del Gobierno”. “Fue un honor recibir al consejo directivo de la CGT en nuestra casa por primera vez en veinte años. Es un paso adelante e importante para la democracia en la Argentina”, sentenció Micheli, quien no dudó en calificar como “histórico” el encuentro entre las dos centrales sindicales que hasta hace poco estaban fuertemente enfrentadas.

“El gremio de camioneros va a acompañar la movilización del 11 de octubre”, afirmó Moyano en la rueda de prensa que ofreció junto a Micheli en la sede de la CTA, pero aclaró que “por ahora” sólo se acompañará la marcha y no el paro. Moyano llegó hasta allí junto a sus hijos Pablo –a cargo del sindicato de camioneros– y Facundo –del gremio de peajes y diputado nacional– y los dirigentes de la CGT moyanista Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento) y Julio Pereyra (Petroleros).

El líder camionero sólo comprometió la presencia en la movilización de la CTA de su propio gremio pero no del sector de la CGT que encabeza, aunque la posibilidad de sumar al resto de los gremios que le responden no quedó descartada. “No habría ningún tipo de inconveniente si orgánicamente lo define la Confederación General del Trabajo”, remarcó luego el petrolero Pereyra en declaraciones radiales. “Estamos de acuerdo con este tipo de protesta porque es la expresión de un sector que no está de acuerdo con la conducción del país. Son protestas que corresponden y nadie puede sentirse agraviado por esto”, opinó Pereyra, que tiene un asiento en el nuevo directorio de YPF en representación de los trabajadores.

De todas maneras, el camionero manifestó que el encuentro se produjo en “un ambiente muy bueno” y dejó abierta una negociación que aventura próspera, a pesar de las viejas diferencias ideológicas y metodológicas que incluyó la negativa cegetista de otorgarle la personería gremial a la CTA. “Esto es el comienzo de una tarea que va a tener como objetivo no permitir el avance sobre los derechos de los trabajadores” por parte del gobierno nacional, sentenció Moyano.

Micheli devolvió gentilezas. Calificó la reunión como “histórica”, afirmó que “vamos construyendo un camino de unidad de acción” y describió que en el cónclave discutieron los principales temas que atraviesan la situación del país y encontraron “coincidencias”, tanto en el diagnóstico como en las posibles respuestas para solucionar los problemas. El líder de la CTA opositora también precisó que trabajarán en conjunto con la CGT moyanista para que se revea el Impuesto a las Ganancias y el tope para las asignaciones familiares, así como la suba del salario mínimo y para que se otorgue el 82 por ciento móvil a los jubilados.

El dirigente estatal recordó que los dos sectores vienen de “muchos años de desencuentros”, pero comparó la nueva etapa de acercamiento con la situación del gremialismo español, donde –explicó– las diferentes centrales sindicales se han unido para repudiar el programa de ajustes del Gobierno. Micheli también se encargó de afirmar que no serán los únicos en la calle el 11 de octubre y dijo que se sumarán a la movilización organizaciones sociales como la maoísta Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie, alineado con el FAP, además de productores agrupados en la Federación Agraria Argentina, que también comparte intereses sectoriales con la patronal agropecuaria de la Mesa de Enlace.