“No hay ninguna sociedad donde puedan salvarse unos pocos al costo de que el resto se hunda. Hay que preocuparse por lo que le pasa al de al lado, porque cuando los de al lado viven mal, nosotros también terminamos viviendo mal. Esto fue lo que propusimos en el 2003 y lo que seguimos proponiendo”, planteó la presidenta Cristina Kirchner durante su principal actividad oficial del día. Fue en Ezeiza, horas antes de la largada del 8N. La Presidenta no hizo ninguna mención directa a la convocatoria a la protesta, pero defendió la “nueva construcción política (que se ha dado) en Argentina y en toda la región, basada en un patrón de acumulación que cuida el mercado interno, que incorpora a los trabajadores, que cuida la educación y la cultura”.

La municipalidad inauguró un centro cultural al que el intendente Alejandro Granados puso el nombre Amigo Néstor Kirchner. En el lugar, la jefa de Estado encabezó por videoconferencia, primero, una serie de actos vinculados con la creación de trabajo, como la ampliación de una embotelladora en Tucumán y un encuentro de cooperativistas organizado por el Inaes. Hubo interés en mostrar actividades de impulso a la creación de fuentes de trabajo, ya que una parte del acto se destinó a mostrar la radicación de doce pymes en un nuevo parque industrial de Ezeiza. CFK señaló que todas eran empresas nacionales.

“Todas son para sustitución de importaciones, para estar más fuertes ante un mundo muy difícil y muy complejo.” La Presidenta destacó, de entre las doce, una fábrica que va a producir equipos de ecodoppler, la primera de producción nacional en Latinoamérica, y relacionó las inauguraciones con la figura de Néstor Kirchner. “El quería un país moderno, desarrollado, decía que el país se desarrollaba con industrias, con obra pública, por eso dio tanta pelea para desendeudar a los argentinos de esa verdadera espada de Damocles que no nos permitía crecer.” Cristina también hizo varias menciones a la recuperación de Aerolíneas Argentinas. “Una empresa que recibimos endeudada y hoy tiene la flota más moderna de toda Latinoamérica, y con la que estamos conectando a la Argentina, porque los privados sólo van a los lugares que son rentables, pero Aerolíneas va a todas partes.”

La figura de Kirchner fue el otro gran tema de la jornada. El intendente Granados, que en los ’90 estuvo alineado con Carlos Menem, contó que en sus primeros encuentros con Kirchner el ex presidente lo miraba mal y no le hablaba y que tuvo “que remar hasta que me empezó a conocer”. Granados agregó que Ezeiza creció de manera “espectacular” a partir del 2003 y señaló que quiso ponerle el nombre Néstor Kirchner a un centro cultural construido “con el esfuerzo de los impuestos de los vecinos de Ezeiza porque no me pareció justo ponerle el nombre Néstor a obras hechas con los recursos que nos manda el gobierno nacional”.

Al recordar a Kirchner, la Presidenta llamó a “seguir tirando para adelante” e ir “por más democracia”. “El peleó muy fuerte, peleó tanto que se le fue la vida, pero estoy segura de que de haber podido él elegir una forma de partir hubiera sido, es, de pie y luchando. Nadie podrá recordarlo jamás huyendo o no haciéndose cargo, ni bajando la cabeza, ni aun en la derrota. Al contrario, cuanto más se sentía que no estaba fuerte, más erguía la cabeza y más se plantaba, más luchaba y más tiraba para adelante, y eso fue lo que me transmitió a mí, no aflojar nunca, jamás, ni en los peores momentos. En épocas de bonanza, en que todo va bien, es fácil ser dirigente de la Argentina. Hay que dirigir un país cuando se venía abajo, como en el 2003, o como en el 2008 o 2009; en los peores momentos es cuando se conoce a los verdaderos dirigentes de un país.”