Fue un cierre de año largamente esperado. Los principales referentes partidarios de la UCR, la CC y las fuerzas que integran el Frente Amplio Progresista –PS, GEN, el juecismo cordobés y Libres del Sur– se reunieron el domingo por la noche, en Rosario, para empezar a delinear la estrategia unificada a nivel nacional, con miras a las presidenciales de 2015. Redactaron un documento en el que criticaron al Ejecutivo nacional y asumieron el compromiso de “elaborar una propuesta de gobierno”. Durante la cena con la que cerraron el cónclave rosarino, acordaron poner en marcha “equipos técnicos” para elaborar proyectos comunes en el Congreso y salieron a criticar a su competidores del Frente Renovador. “(Son) más de lo mismo”, dijo Hermes Binner de los “renovadores” y en diálogo con Página/12 completó su mirada sobre el armado massista: “Es como la foto de La Ultima Cena: hay que mirar bien para ver quién es Judas”, soltó Binner y asoció a los renovadores con el “el peronismo pre kirchnerista y el PJ de los ‘90”.

La prédica y el anhelo del ex gobernador de Santa Fe comenzaron a prosperar. Binner quiere terminar de unir los dispersos acuerdos y frentes electorales provinciales entre el FAP y la UCR, para confluir en una alianza nacional para 2015. La condición es que el acuerdo sea “programático e institucional”, es decir, entre las conducciones de los distintos partidos que integren la alianza. Una idea que apunta a confluir sobre puntos mínimos de acuerdo, que garanticen el alineamiento a nivel nacional de todos los partidos y evitar las rencillas hacia el interior de cada una de ellos.

El encuentro del domingo fue el primer paso en esa dirección. La propuesta de reunirse antes de fin de año comenzó a gestarse en un brindis donde Binner se cruzó con el radical cordobés y jefe del bloque de diputados nacionales de la UCR, Mario Negri. Con la aprobación del flamante titular del Comité Nacional del radicalismo, el senador mendocino Ernesto Sanz, Binner armó el cónclave como anfitrión.

Además de Binner como jefe del PS, participaron Sanz por la UCR con una delegación que incluyó a otros dirigentes partidarios, Pablo Javkin por la CC-ARI (también se sumó el lilito Fernando Sánchez), además de los integrantes del FAP como Margarita Stolbizer del GEN, Luis Juez por el Frente Cívico de Córdoba y Libres del Sur con Humberto Tumini y Victoria Donda. En “un buen clima”, “fraterno” y “amigable” –según los asistentes–, primero elaboraron la “declaración de Rosario” en la que le apuntaron al gobierno nacional en temas como “inflación, energía, seguridad y pobreza y desigualdad”. Pero como elemento central, el compromiso conjunto de “elaborar una propuesta de gobierno” para 2015.

Más tarde, en una cena a la que Sanz aportó el vino mendocino, acordaron otros temas. Entre ellos, la necesidad de armar “equipos técnicos comunes para avanzar en lo parlamentario, lo programático y el acuerdo de partidos”. El primer paso será el parlamentario: “Tenemos que hacer pesar una fuerza que tiene más de 80 legisladores en el Congreso nacional, porque parece que la oposición es el Frente Renovador, con 20 diputados”, afirmó Javkin a este diario. La idea es imprimirle –afirmaron– “un ritmo fuerte en el primer trimestre del año” para mostrar a la sociedad “la solidez en la diversidad” de su propuesta política.

Tampoco faltó el debate de cómo salir a disputarle el rol de principal fuerza de oposición al massismo. Binner se comprometió a asumir un papel en esa dirección y al otro día dio muestras de su compromiso. “(Sergio) Massa es más de lo mismo. De renovador tiene sólo el nombre. Tenemos que pensar en otra construcción, que sea una renovación en serio y no vemos una fuerza que permita una renovación en serio”, dijo Binner.

En una charla con Página/12, Binner fue más allá a la hora de calificar a sus competidores del peronismo opositor: “Es como la foto de La Ultima Cena, hay que mirar bien para ver quién es Judas”, sostuvo para señalar las desconfianza que le genera el armado massista: “Provienen del pre kirchnerismo, del PJ de los ‘90”, sentenció sobre los dirigentes que rodean a Massa. También afirmó que intentarán apuntalar la alianza política y la propuesta presidencial con “sectores de la sociedad civil” que “trabajan con la gente”.

Binner no fue el único que asumió compromisos en el cónclave rosarino. Sanz asumió el propio: buscar un diálogo con fuerzas afines al FAP, pero que reniegan del acuerdo con la UCR. Entre ellas, Fernando “Pino” Solanas, de Proyecto Sur, que se integró al interbloque del FAP en el Senado y que aceptó a regañadientes competir con la UCR porteña en la interna de Unen, aunque duda en confluir en un armado nacional con el radicalismo. En la lista figura la Unidad Popular, de Víctor De Gennaro y Claudio Lozano, que rompieron con el FAP después de que Binner cerrara filas con la UCR.