Martes, 31 de diciembre de 2013 | Hoy
EL PAíS › UN CAMBIO QUE NO ES NECESARIO
Por Soledad Vallejos
En caso de cambiar la hora en Argentina, “el cambio de huso horario debe ser en el invierno, porque en el verano, el huso -3, el que tenemos ahora, es correcto”, evaluó, ante una consulta de Página/12, la vicedirectora del Instituto de Tecnologías en Detección y Astropartículas e investigadora del Conicet, Beatriz García. Por eso, “el ahorro se lograría cambiando el huso en invierno a -4”. La diferencia de estación sí puede tener incidencia en el aprovechamiento de la energía, dijo, porque “en el invierno estamos desfasados y por eso consumimos mucha energía en la mañana, especialmente en las provincias del Oeste”.
No obstante, García subrayó que los cortes de luz que afectan en estos días a distintas ciudades no tienen origen en acomodos o desacomodos del huso horario. “El problema del sobreconsumo en verano está relacionado con el querer tener 18 grados en la casa cuando afuera hace 35, o con tener aire en cada habitación, o con tener bombas aspirando agua o filtrando piletas, todo al mismo tiempo. Querer una diferencia térmica de 20 grados entre el interior y el exterior de la casa implica un gasto tremendo de energía. Si la gente se conformara con 24º adentro, eso sería significativo realmente.”
El cambio de huso horario en verano no implicaría un ahorro de energía significativo, explicó García, porque “el sol sale temprano de todas formas y ese horario en verano permite tener horas de luz hasta tarde”. “Eso ya lo hicieron, y si hay sol hasta las 23, nadie se irá a dormir hasta las 2, 3 de la mañana, por ejemplo”, y durante todas esas horas que se sumen a las actividades cotidianas, “los usuarios tendrán todo prendido y el consumo será el mismo o mayor”.
La Argentina está centrada en el huso 4, recordó García, “para aprovechar las horas de luz solar”. “Lo mejor que podríamos hacer es tener todo el año el huso 4, que es el actual. Pero en verano ni se notaría, porque los días son largos, y tendríamos luz desde que nos levantamos hasta la tarde”. Si la intención fuera “querer aprovechar la tarde en verano, para recreación, entonces el huso 3 está correcto. Los países que cambian la hora le dicen ‘hora de verano’ porque justamente el cambio es para tener horas de luz en la tarde”. Sin embargo, “para funcionar bien, es en invierno que deberíamos tener el huso adecuado, porque en invierno los días son cortos. En la latitud de Buenos Aires, hay aproximadamente 10 horas de luz solar en invierno. En cambio, en verano, con 14 horas de luz, podés darte el lujo de cambiar al 3”.
García sostuvo que un posible cambio de horarios “en Buenos Aires no tiene mayor relevancia, porque por la longitud en que está la ciudad, pueden vivir todo el año en el huso actual”. En cambio, “en el Oeste, con este huso amanece en invierno a las 8.40, y toda la actividad comienza a las 7, que es noche cerrada. Por eso, hay allí un pico de consumo”. La especialista, autora de Ladrones de estrellas, un libro sobre polución lumínica, que es “un problema asociado con el sobreconsumo y el uso indebido de luminaria”, cree que “sería bueno iniciar un debate en serio sobre el tema de husos horarios y el uso de la energía”.
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