“Es un precedente de gravedad extrema”, dijo Negri, acompañado por Sanz y Morales.
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“El oficialismo ha puesto en crisis la relación parlamentaria”, sostuvo el jefe del bloque de diputados radicales, Mario Negri, en referencia “al veto” del oficialismo que impidió, “rompiendo el acuerdo parlamentario”, que Julio Cobos asumiera como presidente de la Comisión de Educación de la Cámara baja. Flanqueado por su par en el Senado, Gerardo Morales, y el presidente de la Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, Negri afirmó que su bancada no integrará la Comisión de Educación, aunque sí lo hará en el resto de las comisiones, mientras “evalúa” otras medidas de repudio. Cobos también asumió su propia defensa en un raid mediático, donde acusó al kirchnerismo de actuar en base a un “doble estándar” y que mientras “apaña la corrupción” o trabaja en “connivencia” con distintos jueces, apela a la Constitución para vetar su designación. El kirchnerismo, en tanto, dio muestras de que no va a retroceder sobre sus pasos y sostendrá su rechazo a quien, siendo vicepresidente de Cristina Kirchner, pasó a militar en la oposición tras su famoso voto “no positivo” de 2008. “Cobos ha violado el mandato del pueblo argentino y entendemos que no es la persona idónea”, manifestó el diputado Andrés “Cuervo” Larroque. “Que propongan a cualquier otra persona y no va a haber problema”, sentenció.

La decisión de no integrar la Comisión de Educación la había resuelto “por unanimidad” el bloque de diputados radicales en una reunión convocada de “urgencia” para la mañana de ayer. “Es un precedente de gravedad extrema que debería preocupar a todos los bloques”, insistió Negri, antes de remarcar que “no se conocen antecedentes de que se rompan acuerdos parlamentarios”. El diputado cordobés también reveló que el martes por la noche recibió el llamado de la presidenta del bloque del FpV, Juliana Di Tullio, pero aclaró que esa comunicación “no ha cambiado la cosa”. “Son incapaces de resolver el conflicto docente y fueron a cobrarse una cuenta chica por el conflicto con el campo”, lanzó Negri.

“Lo consideramos un agravio institucional, mucho más grave que una simple cuestión parlamentaria”, agregó Sanz –que disputa con Cobos la precandidatura presidencial de la UCR– y rechazó el argumento del oficialismo que comparó el veto a Cobos con el voto en contra de la UCR a la designación del radical K Gerardo Zamora en la presidencia provisional del Senado, como parte del acuerdo parlamentario en la Cámara alta.

“Pedimos autorización para no acompañar, no hemos roto una regla”, sumó Morales. “Es contrafáctico”, había dicho más temprano Negri para insistir en que el voto radical contra Zamora no había obstruido su designación.

Negri admitió que buscó apoyo en el resto de las bancadas de la oposición en base a “la idea de despersonalizar el problema y que se rechace el veto en el Congreso argentino”.

La respuesta no se hizo esperar. “Es una práctica que no tiene antecedentes en el Congreso”, dijo el jefe de los diputados socialistas, Juan Carlos Zabalza. “El kirchnerismo nos tiene acostumbrados a este tipo de maniobras”, se sumó la macrista Patricia Bullrich –que asumió la presidencia de la Comisión de Legislación Penal en base al mismo acuerdo parlamentario–. En la misma línea se pronunció la diputada Victoria Donda, de Libres del Sur: “El bloque kirchnerista insiste con sus métodos de atropello y descalificación de los opositores”.

En paralelo, desde el kirchnerismo dieron muestras de que no habrá vuelta atrás. “Sería demasiado que nos pidan que votemos a Julio Cobos. Puede haber otra persona que represente a la UCR y haga su tarea con idoneidad”, abundó Larroque. “Muchos radicales se van a sentir identificados con este planteo. Cobos no representa el sentir de los radicales de corazón”, agregó el referente de La Cámpora.

“No fue un veto, sino un voto”, dijo la diputada kirchnerista Carolina Scotto. “El reglamento de la Cámara baja indica que las presidencias se votan y en el bloque del FpV el nombre de Cobos no generó aceptación, por eso se votó y se rechazó la propuesta del radicalismo, pero se respetó el acuerdo para que la UCR designe otro diputado”, explicó la ex rectora de la Universidad Nacional de Córdoba.

Por la mañana, Cobos asumió su defensa y le apuntó al Gobierno en tono de campaña. “Es el doble estándar: uno no puede asumir una comisión por estos argumentos, pero después ve al comandante de una fuerza –en alusión al jefe del Ejército, César Milani– sospechado de delitos de lesa humanidad; jueces que trabajan en connivencia con el Poder Ejecutivo y que ni siquiera se los somete a la sospecha como para ser enjuiciados o la corrupción que se apaña.” “El kirchnerismo –siguió– considera que no cumplí con mi mandato constitucional”, y afirmó que “al radicalismo le corresponde por reglamento la dirección de algunas comisiones, entre ellas la de Educación”. También aseguró sentirse “respaldado por el radicalismo”.

Dentro del radicalismo justificaron la ausencia de Cobos en la conferencia de prensa ofrecida por Negri, Sanz y Morales porque “no quería” asumir un “protagonismo” que no le correspondía, y porque había insistido en que la réplica al oficialismo fuera “institucional”, ya que “la agredida era la UCR”. En las distintas reuniones que ayer tuvieron los legisladores radicales, quienes no acompañan las aspiraciones presidenciales de Cobos hicieron circular un “chiste”: “Cobos está contento porque la Casa Rosada se convirtió en su comité de campaña”.