“Me dio tranquilidad que mi hija se fuera del país”, afirmó el candidato a presidente Mauricio Macri. Esta frase le valió diversas críticas al jefe de Gobierno. Uno de sus competidores, Sergio Massa, aprovechó para arrinconarlo: “A mis hijos los tengo en el país. Me siento tranquilo cuidándolos y no mandándolos al exterior”. Desde la oposición porteña, le llovieron críticas: recordaron que su hija tenía custodia y trabajaba en el gobierno porteño y le plantearon que debería preocuparse por la seguridad de todos los argentinos.

“Lamentablemente, está tan mal la situación que mi hija estuvo todo el año afuera y la extrañé muchísimo pero, por otra parte, me daba tranquilidad porque era algo menos de qué preocuparme”, dijo Macri, muy suelto de cuerpo. “Ella vive sola y uno siempre está preocupado de que algo le va a pasar. Me consolaba sentirme más tranquilo porque la inseguridad está como está”, afirmó.

No fue lo único que dijo el jefe de Gobierno. También afirmó que los linchamientos son “un fenómeno nuevo que se da por la desesperación. Cuando la gente cae en la desesperación de sentirse indefensa, abandonada e ignorada por el Estado y ve que la delincuencia se mueve con tanta comodidad y los que pasan a vivir atormentadas son ellos, lamentablemente reaccionan de esta manera, que no es la adecuada”.

“Treinta años de mala política han llevado a una ausencia del Estado”, afirmó el jefe de Gobierno, en referencia a las políticas de seguridad que se sucedieron desde 1984 en adelante. “Como nunca antes tuvimos delincuentes que entran y salen de la cárcel en cuestión de minutos –sostuvo el líder del PRO–. Si el Estado no se hace cargo, volvemos al Far West y cada uno se defiende como puede. Caemos en el peor de los mundos.”

Macri adelantó algunos puntos de su política policial: “En estos años de gobierno se ha ido degradando a la policía sistemáticamente, con salarios que hacen que la carrera policial sea un trabajo de emergencia. Ese tipo no puede sentir que la sociedad lo ignora y le paga un salario horrible, que cuando le tiran 14 mil piedrazas a la sociedad no le preocupa”.

Y se quejó de que “encima cuando en un tiroteo mata a un delincuente, este tipo de jueces lo deja dos o tres días preso al policía para analizar si actuó según lo que marca la ley”. Cuando le recordaron sobre los casos de violencia institucional y gatillo fácil, el jefe de Gobierno no se inmutó: “Primero, que el policía se vaya a su casa. El policía no se va a escapar. Pasó un psicodiagnóstico, hizo un entrenamiento. Entonces tiene que tener la derecha”, opinó. Luego dio precisiones sobre cómo conduciría una investigación: “En vez de ir con tu familia, te comés dos días de cana para que te digan: ‘Hizo todo bien, fantástico’. Hay que invertirlo: que el tipo se vaya a su casa, al día siguiente vuelva y diga: ‘A ver, ¿usted dio el alto? ¿Usted hizo esto que marca el reglamento, sí o no? ¿Qué testigos hay? Y si hizo algo mal, lo retirarás y cumplirá la pena’”.

No es la primera vez que se le escucha a Macri sostener estas posiciones con respecto a la policía. En 2007, en un programa de Susana Giménez pidió la libertad del comisario Carlos Sablich, procesado por torturas. “Lo llaman apremios ilegales”, afirmó Macri y lo cortó la conductora: “¿Apremios ilegales de qué? ¿Y ellos con nosotros? ¿Y no les hace nada? Y salen los derechos humanos y todo lo que ya sabemos”. En 2012, defendió a un joyero que mató un ladrón: “No sé por qué se lo llevaron detenido. Actuó en defensa propia”. Tras la represión del Indoamericano y la del Borda, Macri defendió el accionar de la Policía Metropolitana.

No obstante, la frase sobre su hija le abrió un flanco a Macri. Massa vio la oportunidad: “Yo quiero a mis hijos viviendo acá y orgullosos de que todas las fuerzas políticas trabajen para que vivan en un país más seguro”. Desde Unen, el legislador Maximiliano Ferraro advirtió que “a quienes somos funcionarios públicos, tranquilidad nos debiera dar que funcionen los resortes del Estado para que tengan seguridad todos los argentinos”. “Sorprende que alguien que aspira a presidir el país diga que su hija está mejor afuera del país”, remarcó. Marcelo Ramal, del FIT, consideró que “está levantando la cuestión de la seguridad para impulsar un reforzamiento represivo. Esto se confirma por su posición justificatoria de los linchamientos”. “Es raro que utilice políticamente una situación personal de su hija”, señaló Gabriela Cerruti, de Nuevo Encuentro, quien recordó que Agustina Macri trabajaba para el gobierno porteño, hizo un documental sobre el Teatro Colón y tenía custodia de la Federal, según consta en la causa de las escuchas ilegales por la que Macri continúa procesado.