Viernes, 4 de abril de 2014 | Hoy
EL PAíS › JORGE CAPITANICH RESPONDIO DURANTE OCHO HORAS LAS PREGUNTAS DE LOS DIPUTADOS DE LA OPOSICION
En su primera presentación en la Cámara baja, el jefe de Gabinete explicó los desafíos del Gobierno y dio definiciones en temas como seguridad, energía y subsidios. La oposición se quejó porque dijo que faltaron respuestas.
Por Miguel Jorquera
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, pasó sin sobresaltos su informe de gestión ante la Cámara de Diputados a lo largo de ocho horas. Reivindicó la política del Gobierno y definió varios de los “desafíos” que el Ejecutivo se propone para los próximos dos años: autoabastecimiento energético, industrialización acelerada para suprimir importaciones con medidas para combatir el empleo informal y expandir las exportaciones, además de responder las preguntas de todas las bancadas opositoras. Pero también cruzó duramente los cuestionamientos a la política de seguridad –a la que definió como un “desafío” y parte de la “agenda” de Gobierno– y quienes justifican ciertas actitudes sociales. “Es absolutamente inconcebible la aplicación de la Ley del Talión”, dijo Capitanich sobre los linchamientos, y advirtió que “es un método extremadamente peligroso que exista la generación de violencia o el uso de ‘justicia por mano propia’”, afirmó.
Descartó que, como parte de la lucha contra el narcotráfico, Argentina adhiera a la ley de “derribo” de aviones en vuelos ilegales “porque significaría establecer un sistema de ejecución sin juicio previo” y hasta leyó una definición del papa Francisco sobre seguridad e inclusión para rebatir los argumentos del Frente Renovador (FR), que insistió en el aumento de penas. La oposición, en tanto, compartió decepciones: la UCR se quejó de que no respondió a sus preguntas, el FR –que le apuntó al Gobierno como “generador de violencia”– reclamó algo parecido y Elisa Carrió avisó que recurrirá a la Justicia para denunciar la falta de respuestas del jefe de Gabinete.
Su visita al recinto de la Cámara baja obligó a cambiar el escenario: dar vuelta la mesa que utilizan los taquígrafos para mirar de frente a los diputados. Desde allí, Capitanich inició la exposición donde, a lo largo de una hora, defendió y reivindicó la política oficial. Dijo que estaba ahí cumpliendo la disposición presidencial de la “construcción de una agenda de carácter comunicacional con el pueblo”, a través de los medios de comunicación, las provincias y el Congreso.
El jefe de Gabinete exaltó el “diseño de políticas sanitarias” junto a las provincias con “equipamiento, capacitación e incorporación planificada de recursos humanos” y la reducción de la mortalidad infantil del 16 al 11 por mil de los nacidos. Los 4800 millones del Fondo de Incentivo Docente “para garantizar la cobertura universal educativa en las provincias argentinas”, el 6,5 por ciento del Presupuesto destinado al sistema educativo y la repatriación e incorporación de mil científicos. Así como el “crecimiento sistemático del Producto Interno Bruto (PIB) desde 2003”, de los cuales el 1,2 por ciento se destina a la Asignación Universal por Hijo y el 0,5 al programa Progresar.
Repasó las inversiones en infraestructura, el aumento de la producción agropecuaria, “la creación de empleo en base a la industrialización creciente” y el aumento de la recaudación del sistema tributario con “ayuda a las provincias y obras de infraestructura”. Luego definió los principales “objetivos estratégicos” del Gobierno: el autoabastecimiento energético, con “YPF nave insignia” de esa estrategia, que incluye el “acuerdo con Repsol” y recursos hallados en Loma la Lata y Vaca Muerta. Una industrialización acelerada, que se impulsa en principio con el “acuerdo automotor con Brasil”, para que “fortalezca la cadena de valor y meta de producción, con el sistema de autopartes para sustituir las importaciones para contribuir al equilibrio en la balanza comercial” y “reducir la informalidad laboral”. El otro desafío será “generar condiciones para la expansión del volumen de exportaciones”.
También le apuntó a los “grupos opositores que originaban un proceso de desestabilización” en medio de la “rebelión de las policías provinciales”. Y la decisión e “instrucción de la Presidenta” del diseño de una política cambiaria con estímulo a la demanda en pesos y políticas crediticias en sectores productivos”, que desactivaron las corridas financieras. Así como la política de “desendeudamiento” en busca de un acuerdo con el Club de París –“por una deuda defolteada por Argentina en 2001 y no en esta gestión”, remarcó– que compense desembolsos con inversiones extranjeras para que no afecten el nivel de las reservas.
Durante su exposición y sus respuestas, Capitanich defendió el nuevo índice del IPC, dijo que la inflación “es parte de la agenda” oficial, que el Gobierno no impone techo a las paritarias y que se podría “estudiar con mucha precisión cualquier iniciativa” sobre el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias pero “analizando el impacto fiscal”.
El Frente para la Victoria dejó de lado su propio cuestionario –al que prometió recurrir si era necesario– para darle paso a las preguntas de la oposición. La UCR pidió sin suerte un cuarto intermedio hasta el martes, para analizar las respuestas a las 1046 preguntas de la oposición que el jefe de Gabinete respondió en un CD que llegó a manos de los opositores media hora antes de la sesión. Su jefe de bancada, Mario Negri, consumió entonces sus 30 minutos para formular sus preguntas.
Le pidió a Capitanich “la hoja de ruta del Gobierno para terminar su mandato”, cómo iban a resolver “el giro copernicano que se llevó todo y el relato”, si habría “más devaluaciones” y si la próxima quita de subsidios se haría sobre la energía, además de cuestionar las nuevas estadísticas oficiales y pedir estimaciones sobre las reservas del Banco Central para 2015. “No se puede hablar de seguridad y narcotráfico en forma separada”, antes de preguntar si “ha previsto la creación de fuerzas especiales contra el narcotráfico” y si “participará el Ejército”. “¿(César) Milani, qué hace, hace inteligencia interna? ¿En qué anda?”, agregó Negri.
Capitanich arrancó explicando la nueva metodología del IPC “porque también se repetirá en otras preguntas” y el contexto internacional en el que se desenvuelve la economía doméstica. Pero consumió su tiempo y el oficialismo, que se ciñó estrictamente al reglamento, dio por terminada las respuestas. La UCR bramó. El jefe de Gabinete igual luego fue respondiendo al cuestionario radical en sus otras intervenciones o las vinculaba a consultas similares.
El renovador Darío Giustozzi siguió la misma línea y le apuntó al Gobierno como “generador de violencia”. Lo acusó del “temor de los empresarios a recibir represalias”, que existen gremialistas y políticos con “causas inventadas” y que “hay un germen de violencia con la presión a otros poderes”. Del “fracaso” de la política de inclusión y que “no hay recursos” para agua potable y cloacas. Que hay “cuatro muertos diarios en la provincia de Buenos Aires por falta de seguridad”, pero dejó flotando su sospecha de que “sean más, porque las estadísticas también estén falseadas”.
Capitanich respondió que el Gobierno respeta la independencia de poderes y que ha dado muestra de ello con un conjunto de iniciativas del sistema político en la Argentina. “La política no se subordina a los poderes económicos y corporativos”, dijo y acusó a Negri y a Giustozzi de ser “voceros de los factores mediáticos concentrados”. Recordó que fue el gobierno de Néstor Kirchner el que propició el “concurso y selección de jueces de la Corte” y mencionó, en cambio, que fue el Grupo A quien “dejó a la Argentina sin presupuesto” cuando fueron mayoría parlamentaria, igual que la ley de medios estuvo “cuatro años paralizada por las corporaciones”.
“Recibimos injurias, calumnias, diatribas, ataques personales y jamás respondemos con la misma moneda”, sostuvo Capitanich y pidió no caer en ese escenario “para que los representantes del pueblo no se transformen en operadores de los grupos corporativos”, en medio de aplausos de los miembros de la bancada oficialista. Sobre seguridad pública y narcotráfico, dijo que “hoy en muchas partes se reclama seguridad”, que es un tema multicausal, pero que “sin equidad será imposible erradicar la violencia”. Fue entonces que leyó un largo párrafo del papa Francisco en una exhortación apostólica sobre violencia e inclusión social, como réplica a los planteos penales del FR.
El resto de los bloques, con menos tiempo, se ciñeron a las preguntas. El PRO las dividió entre varios miembros de su bancada, el socialismo lo hizo a través de Juan Carlos Zabalza y Fernando Sánchez los de la CC-ARI. Ninguno se fue conforme con las respuestas, tras ocho horas de debate. El oficialismo, en cambio, a través de su jefa de bloque Juliana Di Tullio, agradeció a Capitanich y su estilo para responder en contraposición con “el estilo de violencia y odio”, que le adjudicó “a un solo bloque” en referencia al Renovador aunque sin nombrarlo y pidió “prudencia política” a la oposición.
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