Domínguez, Caló y Recalde, tres críticos desde el oficialismo; Macri, Sanz y Pitrola, el único a favor del paro.

El paro convocado para ayer por Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Pablo Micheli provocó, como era esperable, duras críticas de parte de todo el oficialismo. “Hay derecho de huelga pero no de chantaje ni de extorsión”, sostuvieron legisladores, intendentes y referentes del Frente para la Victoria (FpV) en un comunicado. Por su parte, los principales dirigentes de la oposición mantuvieron posturas dispares acerca de la medida de fuerza de las centrales obreras opositoras y de los cortes de rutas y puentes que se realizaron.

“El derecho de huelga es un derecho que asiste a todos los trabajadores por imperio de la Constitución. Hay derecho de huelga, pero no de chantaje ni de extorsión”, declararon desde el oficialismo en un comunicado firmado por el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, y los diputados Andrés Larroque, Edgardo Depetri, Jorge Rivas y Juan Cabandié, entre otros.

De este modo, los legisladores, junto a intendentes y dirigentes del FpV repudiaron el paro convocado por los sectores de la CGT que encabezan Moyano y Barrionuevo junto a la CTA de Micheli. La medida “beneficia únicamente a las grandes corporaciones que pretenden detener el proceso de inclusión” del gobierno nacional, afirmaron desde el oficialismo. Asimismo, señalaron que los trabajadores “saben que nada bueno pueden esperar de un paro convocado por Barrionuevo”, al que trataron de “traidor consuetudinario del movimiento obrero, cómplice de la flexibilización laboral del menemismo y artífice del debilitamiento de las obras sociales sindicales”. También hubo críticas a Hugo Moyano, a quien acusaron de ocupar “el devaluado puesto de ‘culata’ del gastronómico”.

Al escrito también adhirieron intendentes como el de Avellaneda, Jorge Ferraresi; de Berazategui, Juan José Mussi, y de Florencio Varela, Julio Pereyra. Además, se sumaron dirigentes de agrupaciones que confluyen en el kirchnerismo como Martín Sabbatella, Emilio Pérsico, Luis D’Elía y Milagros Sala.

Por su parte, el ministro de Educación, Alberto Sileoni, relativizó la eficacia del paro al señalar que tuvo “un gran componente del transporte y piquetes, lo que habla de su debilidad”. “Hay una suerte de coacción, de pequeña amenaza en las esquinas para que la gente no vaya a trabajar”, puntualizó el titular de la cartera educativa.

En contraste con las centrales opositoras, los dos titulares de la CGT y la CTA afines al Gobierno, Antonio Caló y Hugo Yasky, rechazaron la medida de fuerza de ayer. Para Caló, el paro “no era necesario cuando se están discutiendo paritarias”, mientras que Yasky calificó como “raro” parar contra “un gobierno que recuperó el movimiento sindical”.

El diputado del FpV Héctor Recalde, ex abogado de la CGT de Moyano, también apuntó contra el paro y reprochó: “Muchos de los que paran hoy fueron cómplices de las políticas de los ’90, cuando los trabajadores no hablaban del Impuesto a las Ganancias, porque eran sueldos miserables”.

En la oposición, la postura frente al paro estuvo atomizada y mientras desde el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT) defendieron los cortes de calle que apoyaban el paro, el PRO de Mauricio Macri fustigó los piquetes en la ciudad de Buenos Aires y sus accesos.

El jefe de Gobierno porteño relativizó la eficacia del paro del sindicalismo opositor. En esa línea, analizó que “no va a contribuir en nada” y “el Gobierno no va a cambiar la situación del país”. Macri también consideró que la huelga “termina siendo más parte de una interna peronista que una realidad de búsqueda de cambio”.

En el Frente Renovador, en tanto, intentaron despegarse de las acusaciones del gobierno nacional respecto de un vínculo entre el paro y el massismo. El jefe del bloque de ese espacio en la Cámara de Diputados, Darío Giustozzi, culpó al Gobierno por la medida de fuerza. “Se encerró en sí mismo y sólo habla para los propios y con los propios”, declaró.

Otro que le echó la culpa al Gobierno fue Ricardo Alfonsín, al considerar que “es el responsable de los problemas que le dan origen –haberes jubilatorios, mínimo no imponible, inflación–, porque con la torpeza política que lo caracteriza clausura siempre cualquier posibilidad del diálogo”. En tanto, el senador nacional y presidente de la UCR, Ernesto Sanz, consideró que, aunque las razones del paro “son ciertas”, “hay otras metodologías” para utilizar antes que una huelga.

Finalmente, en el FIT, que apoyó el paro y convocó a cortes de calles y rutas, la medida fue considerada “un éxito desde la cero hora”. Así lo sostuvo el diputado Néstor Pitrola. “El piquete clave ha sido desde las 5, repartiendo volantes, difundiendo y explicando la medida. No veo un alma, está parado todo”, aseguró. El legislador provincial del FIT Christian Castillo apuntó contra el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien había hablado de “un piquete nacional”. “Pretende tomar por estúpido al pueblo argentino diciendo que 40 piquetes son los que impidieron que millones de trabajadores estén trabajando este día de paro nacional”, enfatizó.