El subte no funcionó ayer y, según denunciaron los metrodelegados liderados por Roberto Pianelli, no fue porque hubiera una adhesión masiva al paro, sino porque una patota de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) impidió que los trabajadores desarrollaran sus tareas habituales. La empresa Metrovías denunció que un grupo de personas “ajenas a la empresa” obstruyó las vías, lo que hizo “imposible la implementación del cronograma de emergencia”, ya que no se podían garantizar “condiciones operativas ni de seguridad”.

La medida de fuerza convocada por las CGT de Hugo Moyano y Luis Barrionuevo dejó al descubierto la interna entre los metrodelegados de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) y la UTA, cuyos afiliados se plegaron al paro. Pianelli, secretario general de AGTSyP, denunció que el miércoles “a las diez de la noche bajó una patota armada con palos en las líneas C y D y no dejaron salir los dos últimos servicios”. Se trataba, dijo, “de un grupo de la UTA que bloqueó el ingreso de quienes querían trabajar y además hicieron destrozos sobre las vías y con los matafuegos”. El secretario de prensa de la UTA, Mario Calegari, ya había advertido un día antes que el subte y el premetro “no se van a mover”.

Néstor Segovia, secretario adjunto de AGTSyP, sostuvo que si la empresa no abrió sus puertas fue porque tenía “un acuerdo” con la UTA y “mandó a los trabajadores a la casa”. Enfatizó que había una mayoría que no quería adherir a la huelga, con excepción del personal de la línea B. El delegado de esa línea, Claudio Dellecarbonara, en cambio, aseguró que la adhesión había sido mayoritaria. “Nosotros también vimos a las patotas, pero 10 o 15 personas no pueden frenar la voluntad de 3500 trabajadores”, advirtió. El delegado de Talleres, Christian Paletti, dijo que “el paro de subte fue total”.

Segovia señaló que las patotas presentes “son gente que no tiene nada que ver con el subterráneo, están contratados para garantizar la realización del paro, vienen porque alguien les promete un puesto de trabajo”. A él, dijo, le advirtieron “que no fuera a las estaciones a realizar declaraciones a la prensa”. También señaló que no había “policías de la Metropolitana en las estaciones. (Mauricio) Macri dice que no está de acuerdo con el paro, pero no hace nada por garantizar la seguridad. La empresa Metrovías tampoco”. La policía, insistió, “liberó” la zona para que pudieran actuar las patotas.

“Los motivos de esta huelga no están claros”, añadió Segovia. “Si el reclamo fuera pedir un 35 o un 40 por ciento de aumento valdría la pena discutir si hay que adherir, pero se trata de un paro político. Después de esta medida seguimos igual”, dijo.