En medio de la campaña para instalar su candidatura a gobernador bonaerense por el massista Frente Renovador, el intendente radical Gustavo Posse quedó entre fuego cruzado, después de que el Jockey Club de San Isidro volvió a la carga para poner en venta 43 mil metros cuadrados de espacios verdes del hipódromo, favorecido por una ordenanza del Concejo Deliberante que habilitó a fines de 2013 la construcción de torres en el principal pulmón verde del municipio. Los vecinos juntaron más de diez mil firmas en contra del proyecto; la diputada nacional del Frente para la Victoria María Teresa García señaló que “existe anuencia entre Posse y el actual presidente del Jockey Club, Enrique Olivera, que responde a la UCR”, para impulsar proyectos inmobiliarios; y hasta sus rivales locales del massismo se oponen a la iniciativa.

“Modifican el Código de Ordenamiento Urbano sin haber sido refrendado por la Dirección de Ordenamiento Urbano y Territorial de la Provincia de Buenos Aires”, señaló García y subrayó que “retomaron una iniciativa” que se intentó el año pasado y que provocó “una reacción importante por parte de la comunidad de San Isidro”.

Los vecinos del hipódromo encabezaron la resistencia y ya reunieron más de 10 mil firmas para exigirle al gobierno de Posse que dé marcha atrás con la ordenanza. El Jockey Club de Buenos Aires argumenta que necesita vender estas tierras para sostener la actividad hípica y las arcas del club, que son deficitarias, a pesar del subsidio provincial que recibe.

Hasta la concejala del FR y suegra de Sergio Massa, Marcela Durrieu, presentó una acción de amparo para exigir que se realice una consulta popular y estudios de impacto ambiental antes de avanzar con la construcción.

No fue la única mala noticia para Posse. El defensor del vecino del municipio, Pablo Chamatrópulos, denunció que el intendente renovó a la empresa Chediak la concesión del estacionamiento medido en el distrito, que ostenta desde hace veintidós años y por el que no paga ningún canon.