“La Presidenta se emocionó muchísimo porque conoció a los Montoya”, contó Estela de Carlotto.
Imagen: Télam.

”Cristina nos citó a mí, pero más que nada a mi nieto para hacerle entrega de los originales de la historia del trabajo de su abuelo, y de su padre, en la empresa YPF”, contó ayer la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, después de reunirse con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la residencia de Olivos. En el encuentro, CFK también le entregó a Ignacio Guido Montoya Carlotto la carpeta con el seguimiento que habían realizado las fuerzas de seguridad sobre su padre, Oscar “Puño” Montoya, desaparecido por la dictadura militar.

“La Presidenta se emocionó muchísimo al entregar los legajos porque conoció a los Montoya, oriundos de Caleta Olivia, y su vida militante transcurrió en esa zona”, explicó Carlotto al finalizar el encuentro del que también participaron el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, y familiares de Ignacio Guido.

En la reunión, que duró media hora, Fernández de Kirchner le mostró los detalles de los legajos al nieto recuperado y se detuvo en el expediente de la policía santacruceña, que contaba con fotos de su padre. El músico llevaba una remera estampada con dibujos de manos cerradas y la palabra “Puños”, aludiendo al sobrenombre con el que se conocía a su padre biológico en tiempos de militancia.

La Presidenta “le hizo entrega de una carpeta que le dio la empresa en donde constan los antecedentes de trabajo del padre y el abuelo de Guido, pero a la vez le entregó otra carpeta, muy bien preparada para su conservación, con el prontuario de su papá”, explicó la presidenta de Abuelas acerca de los archivos que recolectó la Policía de Santa Cruz durante la última dictadura en la ciudad de Caleta Olivia. “Eso fue lo más bravo, porque ahí se ve el seguimiento que le hizo la policía durante la dictadura cívico-militar y cómo lo rastreaban en la ciudad de La Plata, en donde conoció a mi hija y en donde ayer algunos amigos de ellos le contaron a mi nieto cómo se conocieron sus padres, Laura y Walmir”, agregó Estela de Carlotto.

La titular de Abuelas explicó la relación y la importancia de los expedientes para la recuperación de la identidad de su nieto. “Está en este momento transitando el reconocimiento de su verdadera historia y no le es fácil”, apuntó y agregó que “lógicamente le mueve mucho, pero está abocado a presentarse como músico: ésa es su vocación y su necesidad para volcar ahí sus angustias y sus momentos”. En la misma línea se expresó luego Fresneda, al asegurar que “los legajos laborales y policiales rescataron la identidad documental” de Ignacio Guido y que existía “una burocracia institucional que muchas veces no parece útil, pero frente a estos episodios viene a recuperar la memoria”.

En la audiencia con la Presidenta, los Carlotto comentaron el viaje familiar al Vaticano por invitación del papa Francisco. “Es muy bueno porque la Iglesia está cooperando en este momento con no-sotros para ver si la comunidad católica destapa todo aquello que puede conducirnos a saber dónde están nuestros nietos”, destacó la Abuela de Plaza de Mayo, aludiendo al documento firmado por el presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, Jorge Lozano, exhortando a los católicos que tuvieran información sobre niños apropiados durante la dictadura a que se acerquen a la Justicia. “Somos unos dieciocho Carlotto los que vamos invitados por el Papa, así que... que se haga cargo...”, sentenció con una sonrisa anticipando la reunión que mantendrán el 5 de noviembre en la residencia papal de Santa Marta.

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo recuperó en agosto pasado a su nieto después de 36 años de búsqueda. Ignacio Guido nació mientras su madre Laura se encontraba en cautiverio, y pasó a ser el nieto 114 al que el trabajo de las Abuelas le devolvió nombre, apellido y familia biológica. Después de reencontrarse con los Carlotto, Ignacio Guido viajó a Caleta Olivia para conocer a los familiares de su papá: su abuela Hortensia, tíos y primos. Allí se erigió un monumento en recuerdo de los tres desaparecidos en la ciudad, uno de ellos Walmir Oscar “Puño” Montoya.