Las revelaciones sobre los últimos encuentros entre Alberto Nisman y Diego Lagomarsino, publicadas en exclusiva por Página/12, se van confirmando día a día. El técnico informático se comunicó con este diario el miércoles 21 de enero y a través de una jueza contó que Nisman le pidió el arma porque “Jaime (Stiuso) lo había llamado el día anterior para decirle que se cuidara de la custodia y que les pusiera seguridad a sus hijas”. El ex hombre fuerte de la SIDE fue llamado a declarar justamente porque se registraron llamadas entre Stiuso y Nisman en esos días, tal cual lo publicado por este diario en aquella nota.

Cuando Lagomarsino concretó su conferencia de prensa en el estudio del abogado Maximiliano Rusconi, eludió contestar sobre el tema y también esquivó el bulto su defensor. En los días subsiguientes, Rusconi negó que Nisman le hubiera mencionado a Lagomarsino alguna cosa respecto de Jaime. Desde el primer día se fueron confirmando elementos de aquel encuentro final entre Lagomarsino y el fiscal:

- Stiuso habló por Nextel con Nisman. O sea que se confirmó que hubo una comunicación tal cual le hizo saber el informático a este diario. Por supuesto que no se sabe de qué hablaron pero hay una pista.

- Lagomarsino admitió lo contado por Página/12 en forma textual: “Que Nisman le pidió el arma porque no confiaba en su custodia y porque necesitaba seguridad para sus hijas”. Exactamente lo que Stiuso le habría dicho a Nisman, según el relato que hizo llegar el informático.

- Que Lagomarsino, en ese último encuentro, subió por el ascensor de servicio y que, sorpresivamente, lo hizo bajar por el ascensor principal. Nisman siempre le hacía sentir su autoridad y debía subir y bajar por el ascensor de servicio. Que lo hiciera bajar por el principal le llamó la atención al informático. Esto fue contado por este diario en el relato que Lagomarsino hizo llegar a Página/12 y que se publicó el 22 de enero.

- También que cuando iba a bajar por el ascensor principal, se abrió la puerta y en el ascensor había dos o tres mujeres que bajaron con él hasta la planta baja.

- Que Lagomarsino se sorprendió porque Nisman le ofreció café y le dijo que se lo haga él mismo en una máquina automática.

- Que Lagomarsino, en su relato ante la jueza que ofició de intermediaria con este diario, contó que no era inhabitual que Nisman lo llamara en fines de semana y en horarios extraños.

- Lagomarsino reveló que Nisman le dijo “esto lo tengo que hacer, no tengo alternativa”, refiriéndose a la presentación de la denuncia. Es notorio que una frase casi idéntica la escribe Nisman cuando le mandó un WhatsApp a Arroyo Salgado el sábado 17 de enero: “Ya te explicaré personalmente, no podía no hacerlo”. El diálogo es ríspido, pero la frase es la misma. Como se ve, la historia pormenorizada del último encuentro fue publicada por este diario con pelos y señales el 22 de enero. Recién una semana después, el 28 de enero, Lagomarsino contó lo mismo en la conferencia de prensa. Pero se abstuvo de nombrar a Stiuso, algo sobre lo que habría que preguntarle cuando se le tome declaración indagatoria. Porque, además, el informático no sólo escamoteó la mención de Stiuso en la conferencia de prensa sino que, aparentemente, tampoco lo nombró cuando declaró ante la fiscal Fein horas después de la muerte de Nisman, el lunes 19 de enero por la mañana. Ese lunes, pero por la tarde, Lagomarsino estuvo en casa de la magistrada –con la que tiene una amistad familiar de años– contando todo lo ocurrido. La confianza con la jueza derivó después en que ella llamó a este diario –con el visto bueno del técnico informático– para afirmar que Lagomarsino no trabaja en la ex SIDE y relatar cómo fue la visita del técnico al edificio Le Parc.

Está claro que, por alguna razón, Lagomarsino trata ahora de sacar a Stiuso de su relato. Pero cada detalle de lo publicado por este diario va ratificando lo publicado por Página/12.

[email protected]