Preparando el terreno para el paro general convocado por las centrales opositoras para el próximo martes, Hugo Moyano encabezó ayer una huelga de camioneros y anticipó que su sindicato “no firmará un aumento salarial que no tenga un 3 adelante”. La medida de fuerza incluyó un acto en el Club Deportivo Español, en el que el titular de la CGT disidente, único orador, se mostró acompañado por parte del consejo directivo de la central obrera. Los camioneros reclaman un aumento del 35 por ciento, la eliminación del Impuesto a las Ganancias y “paritarias libres”. Según confirmó el propio Moyano, comenzarán a discutir la paritaria 2015 la semana que viene. El paro que cumplieron, de 24 horas para todas las ramas de la actividad, no tuvo que ver con una negociación en marcha, sino con la necesidad del dirigente de ir teniendo cierta presencia mediática de cara a la huelga del 9 de junio. Como se recordará, a la huelga organizada inicialmente por los gremios del transporte se sumaron la CGT Azopardo, la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo y la CTA Auténtica de Pablo Micheli.

El discurso de Moyano centró sus dardos en el Gobierno. Al rechazar el pago de Ganancias sobre los salarios, reclamó que la Presidenta les pida a sus funcionarios que se “rebajen el 50 por ciento de sus sueldos”, para evitar que los trabajadores paguen “el impuesto al trabajo”.

“La única revolución que hizo este gobierno fue la revolución recaudadora con el esfuerzo de los trabajadores”, sostuvo Moyano. “Ellos son comunistas con la plata de no- sotros, pero con su plata son liberales”, embistió. “El peronismo es dignidad, no es lo que hace este gobierno”, añadió.

Antes del acto, su hijo Pablo, secretario adjunto del sindicato de Camioneros, había denunciado que el Gobierno “les pone techo, puerta y ventana a las paritarias”.

“Vamos a empezar a discutir salarios seguramente la semana entrante y desde ya les decimos a propios y extraños que no vamos firmar el porcentaje que han firmado otros dirigentes”, advirtió el jefe de la CGT Azopardo en su discurso, ante un estadio colmado por afiliados que se trasladaron desde distintos puntos del interior del país y el conurbano bonaerense.

El paro de camioneros afectó de manera parcial la recolección de basura en la Capital y algunos municipios del conurbano, el transporte de combustible y de mercadería para los supermercados, así como el abastecimiento de billetes para los cajeros automáticos.

Las compañías del transporte de cargas rechazaron el pedido de un 35 por ciento de incremento. “Es un porcentaje al que el sector empresario no puede ni quiere llegar”, sostuvo Lucio Zemborain, desde la Fadeeac. Consideró que el 27 por ciento firmado en otras negociaciones paritarias “está más acorde con lo que es la inflación real”.

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, pidió al gremio que “recapacite”. “El paro debe utilizarse cuando hay situaciones que no son pasibles de solucionar sentados a la misma mesa. Hoy en nuestro país todo está dado para sentarse y discutir hasta que, en un momento, juntemos las dos puntas del hilo y se pueda hacer el nudo”, dijo Fernández.